Los líderes de los países de la Unión Europea advirtieron al presidente ruso, Vladimir Putin: de que una intervención en Ucrania tendría «consecuencias masivas y un coste severo en respuesta, incluidas medidas restrictivas coordinadas con socios», un mensaje que los occidentales reiteran hace meses.

«Nos han pedido que preparemos opciones. Estamos listos. En caso de una nueva agresión militar, el costo a pagar por Rusia será muy alto y habrá graves consecuencias», afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, a puerta cerrada, sin asesores y con los teléfonos desconectados. Pese a que la amenaza se repite en cada declaración, siguen sin detallarse estas consecuencias. «Dejar al adversario en la incertidumbre es la mejor forma de utilizar el arma de las sanciones», subrayó un diplomático europeo.

El jefe del Ejecutivo polaco, Mateusz Morawiecki, apuntó al gasoducto Nord Stream 2, que conecta Rusia y Alemania y evita el paso por Ucrania, recién terminado pero aún no en servicio, como «una pieza del gran rompecabezas».

No es el único. Varios socios de la UE plantean utilizar el Nord Stream 2 para presionar a Moscú. También el primer ministro letón, Arturs Krisjanis Kariņs apostó por poner el gasoducto sobre la mesa y cancelarlo si observan actividad militar rusa. La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock (Verdes), ya ha dejado claro que el gasoducto no se pondrá en marcha si Moscú continúa la escalada en Ucrania y el regulador alemán de energía ha adelantado que no tomará ninguna decisión hasta la segunda mitad de 2022, dejando la amenaza abierta a medio plazo.

Pero esta postura, que impulsa EEUU, choca con los propios intereses de varios Estados europeos –entre ellos la propia Alemania– en plena crisis energética. Así, Austria se opone a vincular el gasoducto, por el que circularán al año 55.000 millones de metros cúbicos de gas, con el conflicto ucraniano.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, no ocultó su decepción por la actitud de espera de la UE: «Muchos líderes europeos no comprenden lo que está sucediendo en nuestras fronteras», lamentó, aunque prometió «no tener una actitud agresiva» para que los Veintisiete puedan sentar a Rusia a negociar. Pero Moscú no da prioridad al formato de Normandía –configuración diplomática establecida en 2015– y quiere negociar directamente con EEUU.

Reunidos no lejos de allí, los representantes de la OTAN rechazaron las demandas de Rusia para que la Alianza no se extienda aún más hacia sus fronteras y vete la posible entrada de Kiev.

Moscú entregó el miércoles a EEUU su demanda de garantías, que ayer fue rechazada por la Alianza. «No vamos a comprometer el derecho de Ucrania a elegir su propio camino, el derecho de la OTAN a proteger y defender a todos sus miembros, y el hecho de que la OTAN tiene una asociación con Ucrania», subrayó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras reunirse con Zelensky.

Lukaxenkok oposizioko GKE guztiak legez kanpo utzi ditu

Bielorrusiako presidenteak, Alexandr Lukaxenkok, oposiziorekin lotutako gobernuz kanpoko erakunde guztiak legez kanpo utzi dituela iragarri du. Atzerriko finantzaketa jasotzea eta estatu kolpe bat prestatzea leporatu die. «Ez dago barkamenik traidoreentzat. Herria iraultzen saiatu direnek ez dute barkamenik izango. Hamarnaka, ehunka traidore atzeman ditugu. Kanpotik finantzatutako erakundeak, matxinadak eta estatu kolpea prestatzen aritu diren erakunde guztiak legez kanpo utzi ditugu», adierazi du. Lukaxenkoren arabera, erakunde horiek «ez dira inoiz berriro martxan jarriko», ezta legezko estatusa berreskuratzea eskatzen badute ere.

Gobernuz kanpoko erakundeak ez ezik, Bielorrusiako funtzionarioak ere jarri ditu jomugan Lukaxenkok. «Gobernuaren aurkako jarrerak hartzen dituzten funtzionario asko ditugu», salatu du. «Zigorrak eta antzekoak» eskatzen dituztenei Lituaniara eta Poloniara joateko esan die, bertan lan egitera. «Bestela traidoretzat hartuko ditugu», ohartarazi du. GARA