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La jornada continua se abre paso en Navarra


En varias comunidades educativas el debate del cambio de jornada escolar se ha abordado por primera vez este año, aunque debemos recordar que el Departamento de Educación lleva catorce años ofertando esta opción, desde el curso 2007-08.

Fue en el año 2017 cuando por primera vez se abrió la posibilidad de que todos los centros educativos que hicieran el proceso y lograran que más del 60% del censo votara a favor pasaran al horario lectivo de mañana y extraescolares opcionales por la tarde, ya que durante los primeros años únicamente se permitió efectuar el cambio horario a un máximo de 6 centros por curso, por lo que hubo centros que, a pesar de obtener más del 60% del censo a favor del cambio, no pudieron implantarla.

La mayor dificultad de este proceso es que trata de una votación extraordinaria, donde se exige una mayoría especial o cualificada: más del 60% de todo el censo del centro (excepto familias de 6º curso) deben votar a favor para que sea posible el cambio de horario (es decir, quienes no participan, blancos y nulos se consideran votos en contra). Previamente, para iniciar el proceso, el 60% censo del claustro de profesorado y el 65% del censo del Consejo Escolar han tenido que apoyarlo para poder llegar a la votación final de las familias.

Debido a este sistema de votación especial, está ocurriendo que en comunidades educativas en las que habiendo participado el 80% o más de las familias con derecho a voto, de los cuales más del 70% vota a favor del cambio y menos del 30% en contra, se ven obligadas a seguir con horario partido.

¿Con qué argumentación jurídica se sigue exigiendo la mayoría especial o cualificada, si este tipo de votación solamente es planteada para temas sumamente importantes o cambios de gran calado, y para lograr la independencia de un país o autorizar la eutanasia es suficiente con una mayoría simple?

En la actualidad, más del 55% de los centros educativos públicos de Navarra ya tiene implantada la jornada continua, y en ningún caso se ha propuesto retroceder a la partida; mientras, recibe valoraciones muy positivas de alumnado, familias y profesorado. Llevamos dos años con jornada de mañana debido a la pandemia (este curso con opción de extraescolares) y este año se ha planteado el proceso del cambio técnicamente en todos centros que todavía disponen de jornada de mañana y tarde, y en el 84% de los centros públicos de Navarra la comunidad educativa ha decidido pasar a funcionar con jornada continua a partir de ahora.

Hasta cuándo seguirá considerándose especial o de mayoría cualificada esta votación, si actualmente lo común es la jornada continua? ¿Acaso nos preguntaron alguna vez si apoyábamos la jornada partida, o la hemos heredado impuesta?

En el único estudio o informe existente de una administración educativa sobre horarios escolares, Departament d’Educació, Generalitat de Catalunya, 2019, https://labur.eus/aMOpS), después de un pilotaje inicial en 25 centros educativos, las conclusiones más claras que se obtienen en el mismo son la reducción del nivel de absentismo escolar, (hecho que se repite en escuelas de Pamplona o Tudela con altas tasas de alumnado migrante que cambiaron de horario a la continua, logrando una escolarización del 100%) y la disminución generalizada de la conflictividad escolar, que puede entenderse ligada a la eliminación de las clases lectivas posteriores al intervalo de 2 horas al mediodía o a que, simplemente, el alumnado está más tranquilo en general por la mañana.

Llegados a este punto, precisamente, hemos de mencionar que la jornada continua en Navarra se diferencia en una cuestión de la fórmula establecida en el Estado español, y es que se ofrecen extraescolares gratuitas por las tardes, respetando el horario actual –16:30– a todo el mundo y ofreciendo una vía gratuita a todas las familias sin ningún tipo de exclusión por razones económicas.

Es también de destacar que importantes pedagogos como Francesco Tonucci animan a luchar porque se recuperen las tardes y las horas en familia para la infancia; o la tendencia existente que recogían recientemente varios medios, en la que se criticaba que acostumbramos al alumnado de hoy, trabajadores y trabajadoras de mañana, a trabajar en una institución durante 8-10 horas, lo que les convertirá en personas sumisas del trabajo y les llevará a no luchar por sus derechos laborales, de conciliación o de cuidados.

Para terminar, se habla de la pérdida de personal de comedores escolares, pero no de la precariedad del servicio y las condiciones laborales de estos empleos, monopolizados en los últimos años por cárteles de empresas de catering. Actualmente son comidas industriales con mucho estrés en su producción y trazabilidad, así como en el servicio y en la atención. Se está dejando pasar un momento importante para dar pasos hacia comedores escolares de cercanía; con cocinas propias, trabajadoras públicas con mejores condiciones laborales, productos Km0 y de temporada y donde el tiempo de comida pase a ser realmente parte del proyecto educativo.

El Departamento de Educación consideró especial esta votación (alegando falta de información de las familias o la importancia del cambio), pero ha llegado el día en el que la jornada partida es la extraordinaria, y todas las familias ya hemos experimentado la jornada continua, por lo que una minoría no puede seguir imponiendo la decisión en las urnas a una amplia mayoría.

Es, sin duda, el momento de pasar a una votación democrática, en la que decidan las personas que participen por mayoría simple, respetando así de una manera justa la opción mayoritaria de la comunidad educativa.

*En nombre de 37 madres y padres de varios centros escolares de Navarra (lista completa en NAIZ)