GARA Euskal Herriko egunkaria

La negociación con Irán se reanuda con prisas occidental

Irán y seis grandes potencias, entre ellas Estados Unidos de forma indirecta, reanudaron a última hora de ayer en Viena las negociaciones para intentar salvar el acuerdo que limita el programa nuclear iraní. Esta octava ronda de contactos sienta de nuevo en la mesa a los firmantes del documento: China, Estado francés, Alemania, Rusia, Gran Bretaña e Irán, con la presión de las potencias occidentales para que Teherán firme un texto «en semanas».


Horas antes de que se reanudaran las conversaciones sobre la reactivación del acuerdo nuclear, el ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, señaló que «hay sobre la mesa un documento mutuamente aceptable» que deriva de textos abordados el 1 y el 15 de diciembre y que aborda «tanto el asunto nuclear como las sanciones [de Estados Unidos]».

Irán reclama el levantamiento de todas las sanciones y no solo las ligadas al pacto nuclear, pero Amirabdolahian reiteró que su prioridad es lograr un acuerdo para que el país pueda vender petróleo fácilmente y sin restricciones y que su dinero se ingrese en moneda extranjera en las cuentas bancarias del país, disfrutando así de los beneficios económicos contemplados en el acuerdo de 2015.

Tras ser firmado en 2015 después de años de conflictos y arduas negociaciones, Estados Unidos lo abandonó unilateralmente en 2018, tras lo cual el entonces presidente Donald Trump volvió a imponer sanciones a Irán, que en represalia dejó de cumplir con la mayoría de las obligaciones a las que se había comprometido en el pacto.

En las actuales negociaciones para que Washington regrese al acuerdo y que Teherán vuelva a cumplir los límites a su programa nuclear, las potencias occidentales presionan para que Irán acepte un acuerdo rápidamente, aunque el país persa también tiene la urgencia de levantar unas sanciones que asfixian su economía.

Washington, cuya intención es ampliar las condiciones a Irán, alertó contra las discusiones prolongadas, sin establecer un ultimátum por el momento. Solo quedan «unas pocas semanas» para salvar el acuerdo nuclear si Teherán continúa expandiendo sus actividades atómicas al ritmo actual, advirtió el negociador estadounidense Rob Malley la semana pasada.

París, Berlín y Londres utilizan el mismo tono. «El tiempo se acaba. En ausencia de un progreso rápido, dado el rápido avance del programa nuclear de Irán, el acuerdo muy pronto se convertirá en un caparazón vacío», señalaron. El coordinador de la UE, Enrique Mora, también apostó por «acelerar el ritmo en temas clave pendientes» trabajando «en estrecha colaboración con EEUU».

«Va a ser muy difícil, va a ser duro. Se tendrán que tomar difíciles decisiones políticas tanto en Teherán como en Washington», resumió Mora.

El pasado sábado el jefe de la Organización de Energía Atómica iraní, Mohammad Eslami, insistió en que su país no tiene planes de enriquecer uranio más allá del 60% en caso de que fracasasen las negociaciones, sino solamente lo suficiente para «satisfacer nuestras necesidades industriales y de producción y las del pueblo iraní».

Amenazas de Israel

Mientras Occidente apremia, Israel trata de que no haya acuerdo de ningún tipo. Horas antes de que se reanudaran las negociaciones, el ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, amenazó con emprender acciones contra Irán por su cuenta. «Por supuesto, preferimos actuar en cooperación internacional, pero si es necesario actuaremos solos. Nos defenderemos solos», advirtió en el Parlamento.

Las delegaciones trabajarán hasta el jueves, harán una pausa durante el fin de año debido a que el hotel donde tienen lugar las negociaciones no está disponible esos días y volverán a reunirse el lunes, 3 de enero.