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OSLO

Oslo acoge un encuentro entre los talibán y grupos de la sociedad civil afgana

En su habitual papel mediador, Noruega ha invitado a los talibán en su primer viaje europeo desde que reconquistaron el poder. Los rigoristas, que exigen el fin de las sanciones económicas, deberán encararse con representantes de la sociedad civil afgan

El Gobierno noruego ha invitado a los talibán a una serie de encuentros que se desarrollarán en Oslo a partir de hoy y en los que representantes del movimiento rigorista debatirán con representantes de la sociedad civil afgana y de la comunidad internacional la actual crisis alimentaria y la situación de los derechos humanos en el país.

Entre los grupos afganos que se encararán con los talibanes figuran líderes feministas, periodistas y personas involucradas en derechos humanos, ayuda humanitaria y temas económicos, sociales y políticos

La ministra de Exteriores noruega y anfitriona del evento, Anniken Huitfeldt, ha descrito este evento, que se celebrará hasta el martes como un intento de aproximar posturas entre los talibán y diversos actores de la sociedad civil en el país. «Para ayudar a la población afgana resulta esencial que tanto la comunidad internacional como los afganos de diferentes estratos sociales participen en un diálogo», ha manifestado.

Huitfeldt ha matizado que estas reuniones «no representan una legitimación ni un reconocimiento de los talibán» tras su reconquista del país, pero «es necesario hablar con ellos, como autoridades 'de facto' del país que son. No podemos permitir que la situación política acabe desembocando en un desastre humanitario aún peor».

Afganistán es ahora un escenario de múltiples crisis, desde la guerra a la pandemia pasando por sequías y heladas invernales que se han retroalimentado entre sí hasta dejar a 24 millones de personas bajo el nivel de la inseguridad alimentaria aguda. Un millón de niños podrían morir de hambre este invierno, la mitad de la población del país podría enfrentarse a una situación de hambruna en los próximos meses y nueve de cada diez afganos se exponen a acabar por debajo del umbral de la pobreza en 2022.

Los talibán culpan a la comunidad internacional de haber llevado a Afganistán hacia una de las peores crisis económicas y humanitarias de su historia, al no haber brindado asistencia fundamental al país asiático durante las dos últimas décadas de conflicto.

Más aún, ha suspendido los fondos para la reconstrucción del país. Lo que se suma al secuestro de los fondos soberanos afganos por parte de EEUU.

Los talibán exigen su restitución e inversiones extranjeras para generar una economía sostenible en Afganistán.