Un gol de Frenkie De Jong en el último suspiro condena al Glorioso

ALAVÉS 0

FC BARCELONA 1

Una hora le costó al Barcelona dominar el partido frente a un Alavés que con un planteamiento ordenado supo aguantar las pocas embestidas de los culés. Los partidos del Glorioso nunca han destacado por ser vistosos; el orden, el repliegue y las jugadas de estrategia son sus argumentos, unos argumentos que actualmente ya sirven para jugar de tú a tú ante un Barcelona en horas bajas.

Una sola ocasión en 45 minutos es un balance pobre para un equipo que opta a clasificarse para la Champions y que ayer se enfrentaba a un conjunto que lucha por la permanencia. De hecho, en la primera mitad fue el Alavés quien más cerca estuvo de hacer el gol segundos antes de marcharse al descanso. Pere Pons no estuvo acertado con su disparo ante Ter Stegen y el centrocampista catalán terminó pidiendo perdón por fallar una ocasión tan clara.

Una oportunidad que recordará aún más después de encajar el gol de la derrota en el minuto 87. Empezó mejor la segunda mitad la escuadra dirigida por Xavi Hernández pero se topó con un gran Martin y con un Pacheco bien colocado bajo palos para despejar un buen remate de Luuk De Jong en una falta botada por Pedri.

No obstante, a medida que pasaban los minutos, los de Mendilibar fueron creciendo. El propio técnico de Zaldibar optó por jugar los últimos quince minutos con dos delanteros centros, dando entrada a Miguel De la Fuente. Mendilibar ya adelantó en la rueda de prensa previa que su equipo iba a ser «valiente», que no iba a jugar a no perder, y lo cierto es que, con sus limitaciones, lo intentó hasta el final, sin éxito.

No se achantó ante las dos ocasiones del rival y Joselu tuvo la más clara en el minuto 77. Su remate, en un centro de Jason –que disputó todo el partido a un buen nivel–, se marchó fuera por muy poco.

Sin embargo, el Glorioso no estuvo contundente a la hora de defender un balón al espacio que buscaba a Ferrán Torres –el mejor culé– y que el valenciano cedió a Frenkie De Jong para que éste rematase a placer para así lograr una victoria agónica para el Barcelona.

Mendilibar trató de agitar el partido con la entrada de Édgar a falta de cuatro minutos para el final pero no pudo lograr el gol del empate que hubiera hecho justicia. El de Zaldibar fue expulsado en el tiempo añadido.