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Macron y Putin buscarán pese a las diferencias la desescalada en Ucrania

Emmanuel Macron y Vladimir Putin se comprometieron ayer a continuar el diálogo sobre la tensión militar en torno a Ucrania, aunque mantienen desacuerdos «muy importantes» sobre las causas de la crisis y sus posibles soluciones. EEUU instó a China que interceda para evitar una guerra después de que Pekín pidiera «respeto» a Rusia.

Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladimir Putin, reiteraron ayer sus «importantes» desacuerdos en torno a la crisis en Ucrania, pero se comprometieron a continuar con el diálogo para intentar buscar una solución mientras se intensifican los contactos diplomáticos y parece que la tensión se rebaja. El propio presidente ucraniano, Vladymyr Zelensky, pidió no alentar el pánico.

Macron y Putin «se pusieron de acuerdo en la necesidad de continuar el diálogo», señaló una fuente del Elíseo tras la conversación telefónica de algo más de una hora entre ambos líderes. Aún así, «el diálogo es difícil», ya que «tenemos desacuerdos muy importantes», admitió.

Macron recalcó a Putin que «es necesario que Rusia respete el principio de soberanía de los Estados», por motivos «de confianza de seguridad en Europa», mientras que Putin aseguró que ni EEUU ni la OTAN han respondido a las «principales preocupaciones» de seguridad rusas.

La Presidencia francesa cree que la conversación «ha permitido dar más credibilidad al diálogo en este período de tensión» y a la «necesidad» de una desescalada en Ucrania, cerca de cuyas fronteras Rusia ha desplegado en torno a 100.000 soldados y un importante arsenal militar.

«Putin dijo claramente que no quería la confrontación», aseguró la fuente oficial francesa.

El presidente ruso mantuvo sobre la mesa sus exigencias, tanto poner freno a la ampliación de la OTAN hacia el este de Europa como sobre el establecimiento de un diálogo directo entre el Gobierno de Kiev y los rebeldes prorrusos del Donbass.

EEUU y la OTAN respondieron por escrito esta semana a las demandas rusas de seguridad, rechazándolas, y el Kremlin replicó que «no hay muchos motivos para el optimismo», ya que la OTAN no renuncia a su política de puertas abiertas, aunque dejó margen para el diálogo. Moscú también quiere la retirada de fuerzas y armamentos ofensivos en otros países europeos del antiguo bloque soviético.

«Nadie puede reforzar su seguridad a costa de la seguridad de otros países», resaltó Putin.

Además, insistió a Macron en la importancia de que el Gobierno ucraniano cumpla estrictamente con los Acuerdos de Minsk de 2019, sobre todo en lo relativo al «diálogo directo» con los rebeldes prorrusos para definir el «estatus especial» del Donbass dentro de Ucrania.

No alentar el pánico

El presidente Zelensky acalló los tambores sobre una inminente guerra con Rusia procedentes de Occidente, a la vez que demandó garantías de seguridad a la OTAN en forma de hoja de ruta clara para el ingreso en sus filas.

Mientras EEUU y algunos de sus aliados pronostican una inminente invasión rusa, Zelensky pidió que no se aliente el pánico, ya que su país vive en ese estado de «constante» amenaza militar desde 2014.

El mandatario ucraniano puso en evidencia por primera vez las diferencias en el seno del bando occidental en relación a esta crisis, ya sea sobre sanciones preventivas, suministro de armas o la evacuación de diplomáticos de Kiev.

El presidente de EEUU, Joe Biden, comunicó el jueves, a Zelensky que hay una «clara posibilidad» de que Rusia invada Ucrania en febrero. Y ayer la Casa Blanca siguió alimentando la supuesta amenaza rusa al insistir en que sigue sin ver «señales» de que Rusia esté en el proceso de rebajar las tensiones en torno a Ucrania e reiterar que la diplomacia solo puede producirse en el contexto de una desescalada sobre el terreno. El Pentágono, por su parte, hizo un llamamiento a Moscú para que dé un paso atrás: «Animamos encarecidamente a Rusia a retirarse [sus tropas de las frontera] y a buscar una resolución a través de la diplomacia».

El jueves China entró en el tablero político de a crisis ucraniana con un toque de atención en el que advirtió a Washington de que debe «respetar las legítimas preocupaciones» de Moscú. Durante una llamada telefónica con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, criticó la «expansión» militar de la OTAN, que «no garantizará la seguridad regional», y «la mentalidad de Guerra Fría» de EEUU al tiempo que pidió «calma» y «contención».

Blinken aprovechó para pedir a Pekín que aproveche su relación cercana con Moscú y su «influencia» para interceder en la crisis ucraniana «de manera constructiva» para rebajar la tensión con Rusia.