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BALONMANO - EUROPEO

Contra pronóstico, Suecia reverdece viejos laureles


SUECIA 27

ESPAñA 26


Hacía dos décadas que Suecia no ganaba un Europeo y, pese a disponer de una plantilla de calidad y futuro, no entraba en la quiniela de las máximas favoritas. Sin embargo, la escuadra nórdica rompió los pronósticos y se impuso en una final muy apretada a España, reverdeciendo viejos laureles.

Tan ajustado fue que el partido por el título se resolvió en un lanzamiento desde los siete metros con el tiempo cumplido. Un infalible Edberg asumió la pesada responsabilidad y llevó a los suyos al quinto entorchado continental, lo que afianza a los escandinavos como el mejor bloque histórico del torneo.

Por contra, los de Jordi Ribera no pudieron igualar el récord que ostenta precisamente su rival, encadenar tres ediciones consecutivas. La escuadra hispana dispuso de un ataque con un minuto por delante –medió tiempo muerto del técnico catalán–, pero el lanzamiento final de Cañellas no encontró las redes, protestando su banquillo por una posible falta.

Con veinte segundos por delante, Suecia sí que sacó provecho para desequilibrar de manera definitiva una contienda que siempre se manejó por los cauces de la máxima igualdad, pues las diferencias tanto para uno como otro lado nunca pasaron de las dos dianas.

La diferente aportación en la portería fue un dato clave para la resolución del torneo, con un Palicka que fue el mejor de los suyos y designado jugador de la final por sus paradas. Además, por el lado sueco también destacó su central Gottfridsson, nombrado MVP del torneo.