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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Datos falseados y malos argumentos tumban el pase covid en la CAV

El TSJPV decidió ayer no prorrogar el pase covid en la CAV tomando como principal argumento la brusca bajada de la incidencia y la falta de justificación de la solicitud de Lakua. Los datos que usan los jueces se ven afectados por la decisión de no contabilizar los casos leves. El Ejecutivo de Urkullu no sabe si recurrirá ante el Supremo.


El TSJPV tumbó ayer la solicitud de la prórroga del pase covid hasta el día 13 que había propuesto Lakua, así como su ampliación a hoteles, alojamientos rurales y salones de juego. La sentencia argumenta falta de fundamentación en la petición realizada. Además, la decisión de Lakua de alterar los datos para fingir una bajada irreal de la incidencia (al no contabilizar casos leves) se le volvió en contra, pues los jueces apoyan su decisión en que la evolución ha sido tan buena que la medida no se justifica.

Lakua, según parece, no tiene ni idea de qué va hacer, más allá de visibilizar un enorme enfado. En un primer momento, ni el portavoz, Bingen Zupiria, ni la consejera Gotzone Sagardui, pillados a contrapié en una rueda de prensa prepogramada, sabían qué contestar a los periodistas que acababan de recibir la nota del Alto Tribunal. Por la tarde, una nota oficial aseguró que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu «respeta pero no comparte» la decisión y anunció que los servicios jurídicos están valorando si recurrir o no.

«El Gobierno Vasco se pregunta cuál es la lógica de rechazar la ampliación temporal de las medidas y mantener la obligatoriedad para los restaurantes con capacidad de más de 50 comensales y para los locales de ocio nocturno», dice el comunicado.

Porque, tanto la solicitud de Lakua como la argumentación de los jueces contienen elementos cuestionables, empezando porque el dato principal, la incidencia acumulada, es irreal.

Desde el 12 de enero y pese a las reprimenda, del Ministerio, Lakua no contabiliza los casos leves. Tan solo se notifican casos de riesgo y aquellos test que Osakidetza sí verifica para dar bajas laborales. Sus gráficas de evolución de la pandemia omitieron este cambio, lo que ha provocado dos cosas: que la curva haya bajado aparentemente mucho más rápido y –segunda– que la incidencia acumulada sea mucho más baja que si se hubieran contabilizado también los positivos leves.

Los jueces, lógicamente, han apreciado que la evolución ha sido –aparentemente– fabulosa. Así, utilizan tanto el brusco descenso de casos como la incidencia anormalmente baja en puntos clave de su razonamiento.

Lakua, en su solicitud, advertía de un «estancamiento de la mejoría», pero el TSJPV quita hierro a esto con la siguiente afirmación: «El estancamiento de dicho descenso es lo natural cuando la caída es tan acusada».

De este modo, fingir que la curva bajó más rápido ha supuesto un problema para conseguir la prórroga del pase. Y lo más lamentable es que el estancamiento del que advierte Lakua sí se aprecia en otros parámetros que no se ven afectados por la manipulación del conteo, como los ingresos diarios.

Tener una incidencia más baja que si se hubieran contado los casos leves es el dato del que se vale el TSJPV para fallar de modo diferente a tribunales superiores de otros territorios, como es el caso del de Nafarroa.

El TSJPV hace una comparativa entre las medidas que existen en unas comunidades y otras, abundando en que algunas de ellas, como Asturias o Catalunya, han prescindido del pasaporte. En ese repaso (que ocupa apenas un párrafo) el tribunal toma como única referencia la incidencia a 14 días para sostener que, si en otras comunidades con mayor incidencia no ha habido prórroga, Lakua tiene que justificar mejor por qué en la CAV sí es necesario.

Los argumentos de los jueces

Y es que –y esa es la otra parte del problema– el TSJPV introduce un salpicón de datos sobre la epidemia tomados de aquí y de allá (ora del Ministerio, ora de los propios informes de Lakua o del boletín de vacunación) para tumbar la prórroga sin basarse en la opinión de especialista alguno, arrogándose la capacidad de decidir qué tensión hospitalaria es razonable y sin citar, por ejemplo, las muertes o las afecciones secundarias.

En esto, la postura del TSJPV es diametralmente opuesta a la adoptada por el TSJ de Nafarroa en su fallo del viernes, que entre los argumentos para el sí citó el efecto de la pandemia «en la sobrecarga de trabajo que viene soportando el servicio de atención primaria donde se realiza el seguimiento de la práctica totalidad de los casos para realizar el diagnóstico y abordaje temprano de las complicaciones además del control anterior y posterior de los pacientes ingresados, afectando también a la respuesta al resto de patologías que se atienden en el indicado servicio».

A causa de todo esto, el regreso al pase covid a la CAV pasa ahora por el eventual recurso de casación ante el Supremo. El propio pase –y todavía más su ampliación a hoteles, donde Iñigo Urkullu quiso ser pionero– sigue siendo controvertida por la segregación que generan. Por desgracia, el debate jurídico no entró a ponderar esto, sino que su anulación fue consecuencia de una suma de desaciertos.