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Kiev relativiza el riesgo de invasión tras otra advertencia de EEUU

Ucrania volvió a relativizar ayer el riesgo de invasión rusa y a reiterar su apuesta por la vía diplomática después de que EEUU insistiera en que Rusia puede invadir territorio ucraniano «cualquier día». Europa intenta tomar la iniciativa de la mano de Alemania y el Estado francés para rebajar la tensión y alejar el fantasma de la guerra.

Ucrania instó ayer a desconfiar de las «previsiones apocalípticas», al considerar que las posibilidades de una «solución diplomática» con Rusia son «muy superiores» a las de una «escalada militar», tras las últimas advertencias EEUU sobre la amenaza de una invasión rusa a gran escala. Kiev intenta desde hace semanas relativizar el riesgo de un inminente ataque ruso, mientras trata de evitar que su frágil economía sufra aún más daños.

«No confíen en las previsiones apocalípticas», tuiteó el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba. «Ucrania cuenta con un ejército poderoso, un apoyo internacional sin precedentes (...) y está preparado para cualquier escenario, afirmó. «Es el enemigo el que debe temernos», añadió.

En este sentido, Mihailo Podoliak, asesor del Gobierno, declaró que «las posibilidades de encontrar una solución diplomática son muy superiores a la amenaza de una nueva escalada».

Fue la reacción de Kiev a la nueva alerta de EEUU, que indicó que, según informes de Inteligencia, Rusia ya ha desplegado el 70% de los efectivos y material militar necesario para una invasión a gran escala de Ucrania, y que alcanzaría una capacidad suficiente, o sea, unos 150.000 soldados, para lanzar su eventual ofensiva dentro de dos semanas.

48 horas

Según informaron funcionarios estadounidenses al Congreso y a sus aliados europeos, aún no se ha podido establecer si el presidente ruso, Vladimir Putin, ha tomado una decisión, que podría ser una invasión parcial del Donbass o una invasión total.

Si Putin optara por la segunda, podría rodear la capital, Kiev, y derrocar al presidente, Volodimir Zelenskiy, en apenas 48 horas, alertó Washington.

Soldados estadounidenses llegaron sábado y domingo a Polonia, a donde el presidente de EEUU, Joe Biden, decidió enviar refuerzos para «defender» a los países de la OTAN «contra cualquier agresión», en medio de negociaciones diplomáticas para intentar convencer a Moscú de que retire las tropas que ha desplegado en la frontera con Ucrania. EEUU, que ha desplegado 3.000 militares en Europa, aseguró que no ha enviado estas tropas «para desencadenar una guerra» contra Rusia en Ucrania.

Moscú niega cualquier deriva belicista y afirma que solo quiere garantizar su seguridad. Además, anunció «maniobras militares» conjuntas con Bielorrusia y concentró varios batallones al norte de Kiev, y en la región de Brest, cerca de la frontera con Polonia.

Macron y Scholz

Mientras tanto, la diplomacia europea intenta tomar la iniciativa en esta crisis y los dos pesos pesados, Estado francés y Alemania, buscan rebajar la tensión y alejar el fantasma de la guerra.

Con este motivo, el presidente francés viaja hoy a Moscú, por primera vez, donde se reunirá con Putin. Ambos hablarán sobre la crisis ucraniana y, según la televisión rusa, sobre el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk por parte de Kiev.

Macron intentará que el Kremlin escuche los argumentos de los países europeos. El líder francés propone un «nuevo equilibrio» para mantener la paz y la seguridad en el continente, en especial de los vecinos de Rusia, y también atender a las preocupaciones del Kremlin por la expansión de la OTAN.

Para ello, tendrá que hilar muy fino. En Ucrania no ha sentado muy bien que viaje primero a Moscú y después a Kiev. Y los bálticos y Polonia, principales valedores de la estrategia de EEUU, echan en falta una mayor coordinación de posturas.

Pese a los llamamientos a la unidad en el seno de la Unión Europea y la OTAN, no todos están dispuestos a socorrer a Ucrania en caso de guerra. Así lo dejó claro esta semana en Moscú el primer ministro de Hungría, Victor Orban, y el domingo el presidente checo, Milos Zeman.

Mientras, el canciller alemán, Olaf Scholz, viajará primero a Washington para reunirse hoy con Joe Biden en su primera visita a EEUU. Después recibirá en Berlín a los países bálticos antes de visitar dentro de una semana Kiev y Moscú.