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Maratón diplomático en torno a la crisis ucraniana

Mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, buscaba en Moscú «puntos de acuerdo» con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en torno a la crisis ucraniana, el canciller alemán, Olaf Scholz, acudía a Washington a cerrar filas con el presidente de EEUU, Joe Biden, que insistió en utilizar el gasoducto Nord Stream 2 como amenaza a Moscú, en una intensa jornada diplomática, que pasó por Ucrania y varios estados europeos, pero también de despliegues militares.


Recibido por Vladimir Putin en Moscú, el presidente francés, Emmanuel Macron, comenzó ayer el baile diplomático de las cancillerías occidentales para intentar rebajar la tensión en torno a Ucrania.

El Kremlin consideró la visita de Macron «muy importante» pero no para esperar avances decisivos. El presidente francés dijo que se trata de «reducir el campo de las ambigüedades para ver dónde están los puntos de desacuerdo y los posibles puntos de convergencia».

Macron preparó esta visita durante el fin de semana con el primer ministro británico, Boris Johnson, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, y los líderes de los países bálticos; «una lógica de coordinación», según el Elíseo.

Macron se reunirá hoy en Kiev con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. A la vez, el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunió en Washington con el presidente de EEUU, Joe Biden, quien aseguró que ambos actúan como un «frente unido», frente a Rusia y China.

Sobre la mesa, las reticencias de Berlín al envío de armamento a Ucrania o el «robusto paquete de sanciones» que imponer a Rusia. Sobre todo, el futuro gasoducto Nord Stream 2, terminado y que suministraría gas a la UE y a Alemania, pero que EEUU usa como amenaza a Moscú, a pesar de que es ajeno al proyecto ruso-europeo. Biden insistió en que no entrará en funcionamiento si Rusia «invade» Ucrania. El canciller alemán también se reunirá con los líderes de los Estados bálticos en Berlín esta semana, antes de viajar a Kiev y Moscú la siguiente.

En Kiev, la jornada diplomática también fue ajetreada: Allí viajó la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, así como los ministros checo, Jan Lipavsky, eslovaco, Ivan Korcok y austríaco, Alexander Schallenberg. Kiev reclama a Berlín una mayor implicación y que se sume a los 1.500 millones de dólares en armamento y equipos militares que ya ha recibido su Ejército de los estados que le apoyan, según el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

Kuleba recordó a Baerbock la negativa de Berlín a que terceros países u organizaciones con armamento alemán envíen esos equipos a Kiev. Las autoridades ucranianas han advertido que dicho bloqueo puede deteriorar las relaciones bilaterales con Alemania. EEUU y Gran Bretaña han sido los más activos a la hora de armar al Ejército ucraniano, al igual que Canadá, Polonia y los países bálticos, con el permiso de Washington.&discReturn;

Ayer siguieron los anuncios de despliegues militares. El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, anunció el envío de 350 soldados a Polonia y Alemania de otros 350 soldados adicionales a Lituania como parte de una operación de la OTAN. Y el sábado llegarán a Polonia los primeros de los 3.000 soldados estadounidenses.

La OTAN quiere reforzarse

A la vez, la Alianza Atlántica anunció que prepara aumentar su presencia en el este de Europa «a largo plazo», más allá de la actual crisis. Justo el paso contrario a las demandas rusas, que reclaman que la OTAN renuncie a su política de ampliación y dé pasos atrás en su despliegue, reclamación rechazada por unanimidad por EEUU y sus aliados.

La Inteligencia estadounidense asegura que Rusia ya tiene el 70% de la fuerza necesaria para una invasión a gran escala de Ucrania y para lanzar una ofensiva en dos semanas.

Kiev ha tratado de rebajar estas alarmas y rechaza «vaticinios apocalípticos», en particular para proteger su frágil economía, aunque a la vez reclama seguir con el rearme.

Rusia también anunció maniobras militares conjuntas con Bielorrusia, donde reunió varios batallones al norte de Kiev y no lejos de la frontera con Polonia.