GARA
OTTAWA

Canadá reduce restricciones tras declarar el estado de emergencia

Por primera vez en la historia del país, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, invocó el uso de poderes especiales de emergencia para poner punto final a las protestas de camioneros y del movimiento antivacunas, que bloquean cruces fronterizos y la capital del país, Ottawa. Pero en pocas horas flexibilizó las restricciones en las fronteras.

Canadá anunció ayer la flexibilización de las restricciones sanitarias en sus fronteras y, en particular, el fin del requisito de una prueba PCR para ingresar al país. «Es hora de ajustar nuestro enfoque. Hoy estamos relajando nuestras medidas fronterizas», afirmó el ministro de Salud, Jean-Yves Duclos. El país también levantó su recomendación de evitar los viajes al exterior.

El Gobierno canadiense cedió a esta flexibilización al día siguiente de que invocase poderes especiales para acabar con los bloqueos.

El primer ministro, Justin Trudeau, declaró el lunes el estado de emergencia por primera vez en la historia del país en respuesta a las protestas contra las restricciones impuestas por el coronavirus, contra la vacunación y el pasaporte covid.

El primer ministro explicó que esta medida será «limitada en el tiempo» y «geográficamente específica», y que su uso será «responsable y proporcionado». Además, aseguró que no se recurriría al Ejército, pero daría a la Policía «más herramientas» para detener o multar a los manifestantes y proteger infraestructuras clave.

Trudeau advirtió de que los manifestantes se enfrentan a graves penas criminales y la confiscación de vehículos, tras tres semanas de movilizaciones contra las restricciones que ya no serán protestas legales, sino «una ocupación ilegal».

La vice primera ministra, Chrystia Freeland, explicó que los bancos podrán embargar las cuentas personales de quienes participen en estas protestas y, además, se podrá suspender el seguro de los vehículos de cualquier activista. Las autoridades canadienses están también preparando una ampliación de la normativa sobre «financiación del terrorismo» para que incluya las criptomonedas y las plataformas de recaudación en internet que apoyan los bloqueos.

Sin embargo, el primer ministro de Quebec, François Legault, se mostró contrario a la aplicación de esta ley, que, a su juicio, «podría echar más leña al fuego». «Hasta ahora no tenemos ningún problema en Quebec», recordó, para agregar que si bien en Ottawa la ley podía ser útil, «no ayudará al clima social». Por su parte, la premier de la provincia de Manitoba, Heather Stefanson, resaltó, en la misma línea que Legault, que esta ley podría tener «efectos radicales» y consecuencias negativas imprevistas y extralimitadas.

«Las acciones ilícitas no se pueden tolerar, pero la situación en cada provincia y territorio es muy diferente y no se puede abordar con una sola medida», afirmó Stefanson.

Antes de conocerse la flexibilización de las restricciones, los manifestantes que desde hace más de dos semanas ocupaban el cruce fronterizo de Coutts, en el oeste de Canadá, abandonaron su protesta horas después de la detención de 13 personas que tenían rifles automáticos, pistolas, chalecos antibalas y abundante munición. Según la Policía, estaban dispuestos a utilizar la fuerza para evitar que se desmantelara el bloqueo en este paso fundamental para las exportaciones ganaderas y agrícolas de la provincia de Alberta a Estados Unidos.

Mientras, en Emerson, Manitoba, en el centro de Canadá, el tráfico por el cruce fronterizo que conecta con el estado de Dakota del Norte, grupos de camioneros y agricultores seguían obstaculizando el paso.

La Policía de Windsor detuvo a 46 personas en relación con el bloqueo del estratégico puente Ambassador, el cruce fronterizo más importante entre Canadá y EEUU por el que pasan cada día mercancías por valor de 400 millones de dólares. Windsor declaró el estado de emergencia y mantenía una fuerte presencia policial en torno al puente. Fabricantes de automóviles reanudaron la actividad en varias de sus plantas en EEUU y Canadá tras levantarse este bloqueo. En el centro de Ottawa, unos 400 camiones y centenares de personas ocupaban todavía las calles a pesar de la declaración de emergencia.