Los pediatras proponen la retirada paulatina de mascarillas en las aulas
La irrupción de la variante ómicron, con su mayor transmisibilidad y menor impacto clínico, ha cambiado el modo de gestionar la pandemia de covid y, a juicio de la Asociación Española de Pediatría, permite la retirada progresiva del uso de las mascarillas en el interior de las aulas. Para ello han propuesto un calendario a las administraciones.
La AEP, asociación que agrupa a los pediatras del Estado español, ha recomendado la retirada de las mascarillas en las aulas, de forma escalonada y por grupos de menor a mayor edad, con un refuerzo de los protocolos de ventilación y en línea con propuestas realizadas por las sociedades pediátricas autonómicas.
El documento, que actualiza los cinco informes previos elaborados por este organismo desde el inicio de la pandemia, ya ha sido remitido a las instituciones sanitarias y educativas, y en el mismo se recomienda en concreto la retirada inmediata de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores para todo el alumnado, y la eliminación progresiva en interiores. Sería a partir del 28 de febrero y empezando por primero y segundo de primaria. Luego, y siguiendo esa pauta escalonada, tercero y cuarto de primaria comenzarían a eliminar la obligatoriedad de esa prenda el 14 de marzo, y quinto y sexto lo harían dos semanas después, el 28 de marzo.
Finalmente, el alumnado de secundaria dejaría de usar mascarilla en el interior de las aulas a partir del 25 de abril, y el de bachillerato desde el 9 de mayo.
«Cambio de paradigma»
El Grupo de Trabajo de la Asociación Española de Pediatría para la Reapertura de la Escolarización afirma que la aparición de ómicron, y la confirmación de su mayor transmisibilidad y su menor impacto clínico, «ha permitido cambiar el paradigma del manejo de la situación pandémica», y añade que «se ha propuesto de algún modo ‘normalizar la transmisión’». Es decir, «aceptar que siga habiendo transmisión pero centrando los esfuerzos en prevenir los casos con mayor impacto clínico y focalizar las energías en proteger a los más vulnerables».
Partiendo de esta base, añade que «dejará de ser importante que el virus siga circulando libremente siempre y cuando podamos detectar de forma ágil brotes y cambios en las tendencias epidemiológicas y cambios en el comportamiento del virus o de sus eventuales nuevas variantes que puedan aparecer».
En este contexto, los autores del documento, tras aplaudir la decisión de retirar el tapabocas de los patios escolares, y aunque admiten que «el uso de mascarillas en entornos cerrados, donde está demostrado que el riesgo de transmisión es entre 15 a 20 veces superior que en entornos abiertos, es un tema más complejo», consideran que «beneficiándonos de la menor infecciosidad de los niños y de su también menor riesgo de enfermar» sería «razonable utilizar la plataforma de las escuelas como primer paso para monitorizar el impacto de una desescalada progresiva de mascarillas en interiores cuando la situación epidemiológica lo permita».
Asimismo, y tras señalar que «es fundamental devolver a los niños una experiencia educativa normalizada y sin disrupciones», el informe sostiene que «si queremos progresar hacia una eventual ‘normalización’ de la transmisión, debemos ir retirando progresivamente las medidas de prevención en el ámbito escolar, adaptándonos a la situación epidemiológica de cada comunidad, y siempre y cuando se pueda garantizar una monitorización estrecha del impacto de esta desescalada».
Las altas hospitalarias ya son más que los ingresos en la CAV
Las altas hospitalarias de pacientes con covid superaron el lunes por primera vez en esta ola a los ingresos en los centros de Osakidetza, un dato aportado ayer por el portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, y que va en la línea de la mejora experimentada en las últimas semanas.
En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Zupiria no detalló cifras de ingresos y altas, aunque añadió que se mantiene la mejoría de la mayor parte de los indicadores, tanto en lo que a la incidencia acumulada a catorce días se refiere, como en el número de personas que están en cuidados intensivos. GARA