Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

El Eibar encara la recta final en su mejor momento

Un gol de Stoichkov sentencia el partido, refuerza el liderato de los azulgranas y amplía a 14 puntos surenta sobre el Girona. La lesión de Expósito, única noticia negativa de la tarde en Montilivi.

GIRONA 0

EIBAR 1


El Eibar se acerca a su objetivo. Cierra el segundo tercio de la temporada celebrando su 16ª victoria de la temporada, que le mantiene al frente de la clasificación, y además lo hace ejerciendo de líder.

Inmune a la presión de sus perseguidores –victorias de Valladolid y Tenerife– y la de su propio anfitrión, que había convertido Montilivi en un fortín y aspiraba no ya a asentarse en el play-off sino a dar un acelerón hacia los dos primeros puestos, ganó sin aspavientos pero sin dejar que el Girona se viera capaz de discutir su victoria más allá que por la estrechez del marcador. Y esa es, precisamente, la principal señal de la mejoría creciente de un equipo al que ya le puede bastar un gol para ganar: la capacidad resolutiva, que puede llegar a desquiciar a los rivales de un Eibar que si en las diez primeras jornadas de Liga sólo pudo dejar su puerta imbatida en dos partidos, en las cinco últimas sólo el Huesca ha sido capaz de hacerle un gol.

Ayer se quedó con las ganas el máximo realizador de la categoría, Cristian Stuani. Y no fue una cuestión de falta de puntería. Gaizka Garitano ya decía la víspera que le importaba más secar a sus compañeros que al propio delantero. Y, efectivamente, el Eibar no sólo evitó el gol, sino también que el Girona generase ocasiones claras de gol.

Tampoco fueron excesivas las de los armeros pero, con Stoichkov de vuelta en el equipo –con Yoel en el banquillo, fue la única novedad en el once–, no necesitaron más que dos para marcar. Nada más empezar, Quique no acertaba con la primera. Y a tres minutos del descanso, Stoichkov se adelantaba a los centrales para rematar una falta botada por Aketxe. El vizcaino, que jugó más minutos ayer que en las 27 jornadas anteriores juntas y que firmó un muy buen partido, había sustituido a Expósito que, con su lesión –aparentemente en a zona del abductor–, protagonizaba la única nota negativa de la tarde.

El Girona quiso apretar tras el descanso pero su rival siguió impertérrito. Y cuando Míchel movió banquillo para meter más dinamita, Gaizka Garitano no tuvo reparos en meter otro central al campo para mantener a raya a los catalanes. No sólo lo consiguió, sino que las dos únicas ocasiones claras de la segunda parte fueron para el Eibar: un contragolpe en el 51 tras una acción en la que los locales pedían penalti por segunda vez en el partido y que Quique estrelló en el palo, y un centro de Toño en el 71 en busca de Blanco Leschuk que una frivolidad de Juanpe al despejar de tacón estuvo a punto de convertir en la sentencia tras rebotarle al delantero.

En los últimos minutos, el Girona se metió en el área visitante y Montilivi se convirtió en una caldera. Pero la guerra de nervios, pese a la expulsión de Etxeita, que en el descuento veía dos amarillas en el banquillo, también la ganó el Eibar.

16ª victoria de la temporada para los azulgranas, que afrontan el último tramo de la competición al frente de la clasificación y en su mejor momento.