24 FEB. 2022 Entrevista DANIEL V. GUISADO Y JAIME BORDEL POLITÓLOGOS «El ascenso de la derecha radical en Italia se da porque el centroderecha lo permitió» La Lega y Fratelli d’Italia concentran hoy en día casi la mitad de las preferencias según las encuestas. Los politólogos Daniel Vicente Guisado y Jaime Bordel analizan en entrevista con GARA los porqués del crecimiento del extremismo y las peculiaridades de Matteo Salvini y Giorgia Meloni, protagonistas de su último libro. Daniel GALVALIZI Italia, laboratorio político de Europa, como suelen llamarla muchos politólogos. La península que diera cobijo a uno de los mayores imperios de la historia es siempre noticia por su inestabilidad. Tal vez por ello, en un cóctel peligroso de estancamiento económico y deslocalización por la globalización, su electorado más indignado ha escogido canalizar la rabia a través de las fuerzas de la llamada derecha radical: la Lega y Fratelli d’Italia. Los politólogos Daniel Vicente Guisado y Jaime Bordel compartieron su pasión por la política italiana durante su tiempo cursando en la Università degli Studi di Genova y allí comenzó la idea del libro que han publicado recientemente: “Salvini & Meloni, hijos de la misma rabia. Cómo la derecha radical se hizo con el control de la política italiana” (Ed Apostroph, 2022). En él, relatan los inicios de ambos líderes, las diferencias en su trayectoria –el origen progresista y secesionista de Salvini, y los comienzos más obreros y neofascistas de Meloni en el Movimento Sociale Italiano– y los motivos de su ascenso para que hayan llegado hoy a concentrar el 45% de la intención de voto. En esta entrevista con GARA repasan esos y muchos otros aspectos de este peligroso fenómeno. Matteo Salvini y Giorgia Meloni participaron en el Gobierno de Silvio Berlusconi y fueron aliados. ¿Por qué están separados? Daniel V. Guisado: Aunque parezcan parecidos, en realidad son personas muy distintas. Nunca compartieron ninguna coalición porque Salvini viene de una tradición de la Lega Nord, que poco o nada tiene que ver con la de Forza Italia de Berlusconi o la de Meloni. También por la coyuntura actual, son personajes con carisma y personalidad muy fuerte, se reconocen ellos mismos como enemigos y de trayectorias distintas. Jaime Bordel: Siempre hubo una competencia virtuosa entre ellos, desde los tiempos de Gianfranco Fini (exlíder de la ultraconservadora Alianza Nacional), porque al fin y al cabo apelan a electorados distintos: Meloni, a una ultraderecha que apelaba a los caladeros del sur y Salvini, al empresariado medio del norte. Hoy se habla de una posible confluencia entre Salvini y Berlusconi, pero en ningún caso se habla de una confluencia con Meloni. Ustedes diferencian lo que es derecha radical, como la de Meloni y Salvini, de lo que es extrema derecha. ¿Por qué? D.V. Guisado: Lo decimos en la introducción porque creíamos que era necesario aclararlo. Hasta los 70 lo que predominaba en la derecha extrema eran formaciones que no querían subvertir la democracia sino cambiarla por un sistema político distinto, por ejemplo, por un régimen fascista o totalitario, y no solían pasar del 5% en Italia, era un voto nostálgico que apelaba a un pasado. Lo que ocurre es que se dan cuenta de que las reglas de la democracia liberal están tan interiorizadas que es imposible oponerse a eso, dan un giro y a ese giro en la literatura politológica se lo conoce como derecha radical, que ataca a minorías étnicas y sexuales, y derriban algunos contrapesos democráticos, como la Lega o Fratelli, pero en ningún caso dicen ‘no queremos participar de la democracia’, aceptan las reglas de juego. J. Bordel: Los medios lo utilizan indistintamente, ultraderecha es como el cajón donde cabe todo. La derecha radical tiene tres características: el nativismo, que es anteponer a la etnia dominante o los nacionales ante los extranjeros; el autoritarismo, por esta manera de gobernar de imponer el principio de autoridad sobre el de deliberación; y el populismo, por contraponer un sector social contra otro, por ejemplo Italia vs la UE. Este fenómeno sucede en Francia, Polonia, Hungría... ¿Qué hace diferente a Italia? D.V. Guisado: Varias cosas, la primera de ellas es tener una derecha radical muy fuerte. Según todos los sondeos hace mucho tiempo ambas fuerzas podrían llegar al 45% (sumadas). También que Italia es occidental, no es Polonia ni Hungría, que tienen unas características sociológicas más reactivas a la democracia. Y también hablamos de dos formaciones que llegaron donde llegaron porque el partido de centroderecha lo ha permitido: en los 90 Silvio Berlusconi necesitó apoyarse en Alianza Nacional y la Lega, una sureña y otra norteña, para ser primer ministro. El partido llamado a ser moderador y defensor de reglas democráticas permitió el ascenso de los que quieren cambiarlas. J. Bordel: Lo excepcional de Italia es la ausencia hoy de un partido conservador como Los Republicanos en Francia. En donde triunfa la derecha radical vemos un partido conservador que ha fracasado o se lo ha convertido. En el libro cuentan el origen izquierdista y con mucha conciencia social de Salvini, incluso encabezó una línea interna llamada Comunistas Padanos. ¿Qué le pasó? D.V. Guisado: El origen de Salvini no es distinto al de otros de la Lega, también Bossi o Maroni tienen orígenes izquierdistas. Se debe más a una cuestión geográfica: industria, mucha organización sindical, pymes... La Lega era el partido de las pymes. Además, Salvini se cría en círculos más progres y tenía mucha sensibilidad por las cosas del comer. Algunos dicen que era un aprovechado y que se metía en cualquier espacio donde le hicieran sitio, por eso lo de Comunistas Padanos. Ha cambiado mucho de ideas, pero no de partido, a diferencia de Meloni. J. Bordel: Además de su propio perfil personal, sucede que la Lega evoluciona en el tiempo. En los 80 amalgama personas muy distintas y después ,con la llegada de inmigrantes, empiezan a adoptar otro discurso y se consolida como partido de derecha radical. Pero tenían un discurso de anti-establishment, anti-Roma. Tuvieron un pico en los 90 en su independentismo y luego vino el cambio. En el libro se refieren a «La bestia», una maquinaria de Salvini para crecer. ¿Qué es? J.V. Guisado: “La Bestia” mama de la política estadounidense, la tecnopolítica, que se basa en el uso de datos y encuestas, y Salvini aprovecha su experiencia en radios y TV, donde aprendió sobre comunicación y conoció mucha gente que luego constituyó lo que en Italia llamaron “La Bestia”. Un grupo de periodistas, sociólogos, expertos en marketing hacían un seguimiento diario, hora a hora, de lo que se estaba contando en los medios para que Salvini saliera a opinar al respecto y tener impacto político. J. Bordel: Lo mismo que Berlusconi fue el presidente de la TV, Salvini llega al poder con Instagram y Facebook y un bombardeo constante de tuits lanzando mensajes hara para hacerse el simpático y sintonizar con la gente. Por ejemplo, sube cosas de Gran Hermano o relacionadas con el fútbol. Construyó un personaje muy potente. El origen de Giorgia Meloni es distinto. Ella viene de un partido neofascista y de clase obrera. ¿Su clave fue apelar a la maternidad y a la familia sin cambiar ideología? J. Bordel: Con Meloni sucede que aún tiene que pasar su prueba de fuego, que son unas elecciones generales. Por ahora le va bien en los votos regionales, pero sigue lógicas distintas. A nivel discursivo, el tema de la maternidad es clave y con eso trata de quitar la piedra en el zapato de la derecha radical que es el voto femenino. Ella reivindica la maternidad, pero no como sujeto pasivo sino activo, y defiende la conciliación, a diferencia de lo que hacía el MSI de los 79, que pregonaba la vuelta de la mujer al hogar. En 2016 le sirvió también en la campaña por la Alcaldía de Roma, estando embarazada, cuando Berlusconi dijo que una madre no podía ser alcaldesa por todo lo que tenía que andar. Todo esto la hizo marcar perfil propio. Y su crecimiento también viene por la caída de Salvini. D.V. Guisado: La mayoría de encuestas dice que el electorado de Meloni no es masculinizado, como pasa en otras derechas radicales, con diferencias de 20% entre hombres y mujeres. Ella intenta desarrollar un feminacionalismo; por ejemplo, sin condenar a las mujeres por querer abortar sino responsabilizando al Estado por no darle a la madre la oportunidad de prosperar. ¿Qué futuro les auguran y cuál creen que desaparecerá antes de la política? D.V. Guisado: Salvini no va a desaparecer. La pugna con Meloni no se va a decantar hasta que haya un nuevo resultado en las elecciones generales. Sin embargo, la desventaja de Salvini es haber dado demasiados giros, de ser populista sin pactar con nadie a pactar con todos y haber hecho caer su propio Gobierno… Cabalga tantas contradicciones que se cae del caballo político. Parte con mas ventaja Meloni, que casi no se ha movido de sus principios. J. Bordel: Salvini va a ir para abajo por esto que menciona Daniel, demasiados años en primera línea, mientras que Meloni no ha tenido hasta ahora responsabilidades ejecutivas importantes. Ella no va a entrar a gobernar salvo que lo vea muy favorable.