Una triste manera de despedirse de Europa con miedo

Imanol no cambió su planteamiento defensivo de la eliminatoria hasta el 0-2 y, cuando volvió al 4-3-3, la Real recortó diferencias y fue mejor que su rival.

REAL SOCIEDAD 1

RED BULL LEIPZIG 3

La Real cayó eliminada de Europa de una manera triste porque no buscó el ataque a pesar de tener una afición dispuesta a empujarla en volandas hasta que era demasiado tarde, con dos goles de desventaja. Imanol repitió como era esperado el planteamiento de Leipzig porque le salió bien con un empate que incluso pudo ser una victoria si no se pita un penalti inexistente al final, pero es difícil de entender que en Anoeta se renuncie al ataque y que, tras irse al descanso en desventaja en el marcador, se tarde en cambiar quince minutos más cuando ya no había nada que defender.

Jokin Aperribay intervino en el descanso en la televisión que retransmitía el partido y se mostró crítico con el planteamiento defensivo de su equipo y dijo que había que hacer más para ganar. En el primer tiempo el Leipzig tuvo once remates por uno solo de la Real de Le Normand a la salida de un corner. En la ida dos saques de esquina hicieron muy bueno el planteamiento, pero lo normal cuando no atacas y estás tanto tiempo en tu área es que llegue el penalti y el gol rival y no el tuyo.

Y cuando llega es más difícil de entender aún que se tarde 24 minutos para dar entrada a Januzaj y David Silva cuando ya la eliminatoria estaba muy complicada. Con el 4-3-3 y una voluntad de atacar la Real marcó el gol de Zubimendi y tuvo tres buenas opciones de Januzaj, Isak y Sorloth para forzar la prórroga y solo al final llegó la única jugada de ataque aislada del Leipzig en la última media hora en la que Aritz Elustondo tocó el balón con la mano ante Nkunku.

Forsberg sentenció de penalti una eliminatoria en la que Anoeta no pudo disfrutar como pidió Imanol porque la Real solo transmitió energía 30 minutos.

Sin factor sorpresa

Solo entonces se agradeció la valentía que tanto reconoce la afición de su equipo. El Leipzig es un muy buen equipo y es lógico tenerle respeto y plantear el partido en su casa en la ida con la ventaja del factor sorpresa, pero no tenerle tanto miedo. Además ayer Tedesco y sus jugadores ya sabían lo que se podían encontrar. Presentó un equipo más fuerte que en la ida con Orban para dar consistencia a su defensa y el central marcó el 0-1 al aprovechar un despeje de Ryan en un penalti lanzado por Andé Silva que premió al único que quiso atacar en un primer tiempo en el que el australiano tuvo que realizar tres intervenciones de mérito, dos de ellas para enmendar errores suyos.

La Real salió igual en el segundo tiempo, Ryan volvió a parar un buen disparo de Dani Olmo, y solo con el 0-2 Imanol dio entrada a Januzaj y David Silva y retiró a uno de los tres centrales para empezar a atacar. Esa media hora bastó para comprobar que en Anoeta, con el apoyo del público, se podía competir con el Leipzig sin tanto miedo. Es mejor perder de esa manera.

Imanol defendió su planteamiento

Imanol se mostró «dolido» y «orgulloso» porque «hemos estado ahí hasta el final, haciendo una cosa en la primera parte y otra en la segunda». Preguntado por si no hubiera sido mejor salir desde el arranque con un planteamiento como el de la recta final, respondió que «si hemos llegado a ese final así es por lo que hemos hecho al principio. Lo tengo clarísimo. Los equipos alemanes son los mejores en las transiciones, y estos más. El Leipzig tiene un gran potencial con espacios y mucha calidad para salir si les presionas. Sabía que habría un momento para cambiar y hemos estado a punto de empatar».Imanol INTZIARTE