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EUROLIGA

Un carnaval bonito que deja paso otra vez a la Cuaresma

El Baskonia rozó la victoria, pero Wilbekin la evitó en la recta final.


Comienza la Cuaresma en el bando del Baskonia, que sigue sin ganar desde que arrancara 2022. Su balance vuelve a ser de 7-14 –luego de restar los partidos ante los conjuntos rusos–, tras caer en un partido que pareció un homenaje al Martes de Carnaval. Saski Baskonia estuvo mucho mejor y tuvo la victoria en su mano, pero Zizic y Nunnally aguantaron los peores momentos del Maccabi y Scottie Wilbekin apareció para rematar.

Carnaval defensivo, sobre todo, porque los ataques estuvieron precisos y acertados, sobre todo en el tripe por parte del Baskonia y en el tiro de dos por parte macabea, por lo menos en lo que respecta a la primera mitad del choque.

De los seis primeros triples lanzados por Saski Baskonia, anotó cinco, y&bs;éndose 10-19 en el marcador. El cuadro hebreo no las anotaba de tres, pero sí debajo del aro por parte de Ante Zizic, logrando el gigante croata cargar de personales a Costello.

Entró Steven Enoch en su lugar y si ya para entonces la defensa gasteiztarra sufría, con Enoch se derrumbó. Zizic se puso las botas en este primer período, al tiempo que los Wilbekin y Nunnally entraron en juego. Tanto es así, que el Maccabi ganó el primer cuarto por 28-27.

Y si encajar 28 puntos en un cuarto es grave, encajar otros 28 en el segundo es casi peor.

Nunnally se valió de su ventaja física dado que el Baskonia juega esta campaña casi siempre con dos bases, y cuando le llegaron las ayudas defensivas, otros compañeros como Ziv o Jalen Reynolds tuvieron huecos para lucirse en anotación.

Pero el Baskonia aguantó el tipo: 56-50 al descanso, pese a verse 51-42 durante un rato. Baldwin firmó una gran primera mitad y aunque Giedraitis no las metía de tres, sí anotaba en penetración, mientras que Fontecchio, Marinkovic y compañía sí atinaban desde lejos. A falta de verse por delante o de ajustar en defensa, por lo menos los puntos hacían que los de Spahija aguantaran el chaparrón.

Aguantando hasta el final

La entrada de Raieste dio una fuerza defensiva desconocida hasta ese momento a los de Neven Spahija, que reaccionaron con un parcial de 5-16. Ni siquiera una jugada en la que Nunnally anotó seis puntos seguidos sacó del partido al Baskonia.

El público de La Mano de Elías se ponía nervioso, pero el Maccabi aguantó la presión gracias a la conexión entre Nunnally y Ante Zizic, impidiendo la escapada más clara de Saski Baskonia, que llegó al último cuarto con 71-77 a su favor.

Por fin pareció que la sequía sin triunfos en esta Euroliga en 2022 iba a romperse, ya que la defensa gasteiztarra aumentaba sus puntos de intensidad, impidiendo al Maccabi ponerse por delante hasta el minuto final.

Porque en el minuto final pasó de todo. Primero, un tremendo triple de un secundario como DiBartolomeo para adelantar a los locales 89-88. Por fortuna para los gasteiztarras, Costello replicó con un «dos más uno», pero poco duró la alegría en la casa del Baskonia, ya que Scottie Wilbekin, que tuvo un partido muy errático y amagó con una lesión muscular, emergió en el momento de la verdad con un triple para elevar el 92-91 que sintió como un puñetazo el bando baskonista.

Con 30 segundos por jugarse, Alec Peters se ganó un taponazo y luego Baldwin no pudo redondear su partidazo de 27 puntos anotando un triple imposible. El Baskonia forzó el carrusel de tiros libres, pero Wilbekin anotó sin que le temblara el pulso, y aunque Baldwin puso el 94-93 a falta de cinco segundos para el final, el Maccabi supo sortear a los defensores del Baskonia para garantizar su triunfo. Llega la Cuaresma, pero por lo menos, el Martes de Carnaval fue ilusionante para el Baskonia.