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OTAN: «Una zona de exclusión aérea podría llevar a una guerra total»

Los Estados miembros de la OTAN rechazaron ayer la solicitud de Kiev de crear una zona de exclusión aérea en Ucrania, en una reunión informativa, pero con un formato especial en el que estuvieron invitados representantes de la Unión Europea, Finlandia y Suecia, lo que dio cuenta del peso de las decisiones de la Alianza más allá de sus miembros.

«Se planteó el tema y los aliados acordaron que no deberíamos tener aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en tierra porque podríamos terminar con una guerra total en Europa», reconoció el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, intervino con un mensaje grabado y pidió a los aliados nuevamente que actúen «ahora, antes de que sea demasiado tarde», insistiendo en la arriesgada petición de la zona de exclusión aérea.

Esta medida implica que una fuerza, en este caso sería la OTAN, se encargaría de hacerla cumplir, lo que llevaría la guerra en Ucrania a un enfrentamiento directo entre la Alianza Atlántica y Rusia, con consecuencias impredecibles.

Sería más devastador

«La única forma de implementar una zona de exclusión aérea es enviar aviones de combate de la OTAN al espacio aéreo ucraniano y luego derribar aviones rusos para imponerla», explicó Stoltenberg.

«Tenemos la responsabilidad de evitar que esta guerra se intensifique más allá de Ucrania. Porque eso sería aún más peligroso, más devastador y causaría aún más sufrimiento humano», añadió.

«No queremos ser parte del conflicto con Rusia en Ucrania», zanjó Stoltenberg.

La petición de Kiev ya había sido descartada por varios líderes europeos. «No quiere decir que no tengan derecho a la legítima defensa y nosotros podamos ayudarlos a esa legítima defensa, pero cuando se trata de una zona de exclusión aérea en el cielo de Ucrania, tenemos que aceptar la realidad de que eso implica derribar aviones rusos», advirtió el primer ministro británico, Boris Johnson, el pasado viernes.

Igualmente, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, opinó que «no es una buena idea», ya que llevaría a un enfrentamiento directo de EEUU con Rusia.

Los socios de la OTAN están prestando todo tipo de apoyo militar, con el envío de armas antitanque, sistemas de defensa antiaérea y todo clase de equipamiento militar para Ucrania.

Además, han desplegado por primera vez su fuerza de reacción rápida, han enviado miles de soldados a los países del flanco oriental y han puesto en alerta de más de 130 aviones de combate y más de 200 barcos.

«Esta es la respuesta inmediata de la OTAN y se reforzará si es necesario», aseguró el secretario general de la Alianza, quien añadió que el 16 de marzo se convocó una reunión de ministros de Defensa de la OTAN para «tomar las decisiones necesarias».

Mismo efecto

Para el titular de Defensa británico, Ben Wallace, los misiles antiaéreos entregados a Kiev tendrán casi el mismo efecto que una zona de exclusión aérea de la OTAN, pero sin entrañar el mismo riesgo.

Además, recordó que la zona de exclusión aérea también afectaría a las fuerzas aéreas ucranianas y a los drones que están utilizando contra unidades blindadas rusas.

En 2011, la ONU impuso una zona de exclusión aérea sobre Libia y en 1999, la OTAN la declaró en partes de la antigua Yugoslavia, pero Wallace indicó que en aquella ocasión el adversario eran fuerzas relativamente débiles, mientras que ahora la Alianza se enfrentaría a una fuerza militar mucho mayor y a la posibilidad de tener que derribar cazas rusos.

Suecia y Finlandia hacen causa común

Los miembros de la OTAN decidieron, reforzar la coordinación y la información que comparten sobre esta crisis con Finlandia y Suecia, países que ayer asistieron como invitados a la reunión aunque no pertenecen a la alianza militar. No obstante, la guerra en Ucrania ha aumentado la opinión favorable a la integración y ha reforzado que Helsinki y Estocolmo hagan ahora causa común. Precisamente, el presidente de EEUU, Joe Biden, destacó la cooperacion de Finlandia al recibir en el Despacho Oval al presidente Sauli Niinistö para hablar de cómo reforzar esa colaboración. La Casa Blanca no aclaró si apoyaría un ingreso de Finlandia en la OTAN, señalando que esa decisión depende de todos los estados miembros. A raíz de la invasión rusa de Ucrania, el país nórdico ha enviado armamento a Kiev, rompiendo su tradicional postura de neutralidad.

Asimismo, la OTAN discutió la necesidad de apoyar a otros «socios que puedan estar en riesgo», entre ellos Georgia y Bosnia-Herzegovina, donde «vemos una situación muy frágil e inestable, con retórica inflamatoria y graves peligros para la unidad de ese Estado». Su secretario general, Jens Stoltenberg, dijo que son muy diferentes entre sí pero que tienen en común, al igual que Moldavia, que Moscú «está ejerciendo su poder para intimidarlos». Recordó que Rusia ya controla partes del territorio de Georgia desde la guerra que les enfrentó en 2008 y que está presente en Transnistria, en Moldavia.GARA