GARA Euskal Herriko egunkaria

La Guardia Revolucionaria iraní pone en órbita su segundo satélite militar

La Guardia Revolucionaria iraní ha colocado en órbita su segundo satélite militar, lanzado ayer con misiones de observación, según las autoridades del país, que defienden el uso civil de estos aparatos frente a las críticas de Estados Unidos.


La Guardia Revolucionaria iraní puso ayer en órbita el satélite militar Nur-2 –«luz» en farsi– a una altitud de 500 kilómetros para llevar a cabo misiones de «observación».

El satélite fue lanzado con un cohete llamado 'Qased' desde una zona desértica en Shahrud, en el noreste del país y se colocó en órbita ocho minutos después del lanzamiento.

Se trata del segundo satélite militar que lanza Irán, después de que en abril de 2020 lograse poner en órbita el Nur-1, tras varios fracasos.

Estados Unidos ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por el programa espacial iraní ya que acusa a Teherán de tener objetivos militares y poder usar esa tecnología para desarrollar misiles balísticos.

Las autoridades iraníes han recalcado que el 'Nur 2' será utilizado para operaciones de reconocimiento.

Por su parte, el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami, manifestó que Irán es el primer país musulmán en poner satélites en órbita y subrayó que puede derrotar a sus enemigos a través de tecnologías sofisticadas.

El Gobierno iraní ha defendido en todo momento que estos satélites tienen únicamente fines civiles, por lo que no violarían los acuerdos internacionales.

El lanzamiento se ha producido cuando las negociaciones para salvar el pacto nuclear de 2015 entre Irán y Alemania, Estado francés, Gran Bretaña, Rusia, China, y Estados Unidos de forma indirecta, se encuentran en su fase final. «No hay más conversaciones de expertos, ni reuniones formales. Es el momento, en los próximos días de tomar decisiones políticas para finalizar las conversaciones de Viena», señaló ayer Enrique Mora, coordinador de las conversaciones.

El pacto nuclear de 2015 limitaba su programa atómico a cambio del levantamiento de sanciones, pero en 2018 EEUU lo rompió y reimpuso sanciones a Irán. Un año después, Teherán aceleró sus esfuerzos nucleares y el enriquecimiento de uranio.

Tras 11 meses de negociaciones y cuando ya se prevé un acuerdo, Rusia ha pedido garantías de que sus relaciones comerciales y militares con Teherán no se verán afectadas por las sanciones debidas a la invasión de Ucrania.

El Gobierno francés mostró su preocupación por el retraso de una firma que ve «muy próxima» pero con riesgo de fracasar por las exigencias rusas.