Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
CONVIVENCIA EN EUSKAL HERRIA

EH Bildu no aprueba el Plan de Convivencia del Gobierno navarro

EH Bildu votó ayer en contra del Plan de Convivencia del Gobierno navarro al considerar que no podía aceptar cuestiones como el reconocimiento de la Guardia Civil, la persecución a grupos como Alde Hemendik, que no se mencione a la tortura y que se olvide a las víctimas de la violencia policial. NA+ también votó en contra del Plan.

EH Bildu votó ayer en contra en el Parlamento navarro del Plan de Convivencia elaborado por el Gobierno de María Chivite, al considerar, tal y como expuso su portavoz, Bakartxo Ruiz, que en el trámite parlamentario no se han tenido en cuenta sus propuestas. Navarra Suma también votó en contra del Plan, por lo que fue rechazado.

La formación abertzale ya había advertido hace semanas de que veía sombras en el documento elaborado por el departamento que dirige Ana Ollo, destacando que hay carencias como que no tiene en cuenta a todas las víctimas, no menciona la realidad de la tortura y no plantea medidas para avanzar hacia la supresión de la legislación penitenciaria de excepción.

Perseguir a Alde Hemendik

Durante el trámite parlamentario, las fuerzas que forman parte del Gobierno, especialmente el PSN, no habían dado pasos para incluir los posicionamientos de EH Bildu. Sin embargo, sí admitieron los planteamientos de Navarra Suma. En la coalición soberanista se percibía como una línea roja que no podían tolerar la enmienda de Navarra Suma de apoyo a la actuación de la Policía española y la Guardia Civil y que se abogase por perseguir iniciativas como Alde Hemendik que critican su labor. El PSN presentó una enmienda in voce en la que defendía «promover un acto en defensa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y sus familias» y el rechazo a «las campañas del tipo Alde Hemendik».

«Esto que se plantea es un Altsasu 2», lamentó Ruiz.

Iñaki Iriarte, portavoz de Navarra Suma, calificó de insuficiente la posición del PSN, al considerar que se debía perseguir judicialmente a los grupos que critican la presencia de la Guardia Civil en Nafarroa.

Navarra Suma también pedía «una condena del terrorismo» por parte de todas las fuerzas políticas y que no se alcanzasen acuerdos con quienes no lo hagan. El PSN introdujo una enmienda in voce en la que asumía la necesidad de «condenar cualquier tipo de terrorismo, y específicamente el de ETA, por parte de todas las fuerzas políticas» y eliminaba el veto a la posibilidad de alcanzar acuerdos con partidos que no condenen que contenía la propuesta original de Navarra Suma, que pese a todo votó a favor de la enmienda del PSN.

No precisaba del Parlamento

«El PSN no va a permitir que nadie nos dé lecciones. Compartimos que hay que partir de la condena del terrorismo, pero otra cosa es ligar esa condena a que un Gobierno no pueda llegar a acuerdos que beneficien a la ciudadanía», destacó Inma Jurío (PSN), que dudó de la conveniencia de que el Gobierno hubiera enviado el texto del Plan al Parlamento cuando no era preciso.

«Se ha forzado un debate sin necesidad», añadió Ruiz. «El objetivo de Navarra Suma es incidir en las mayorías políticas marginando a un sector que representa EH Bildu y manteniendo la impunidad de los crímenes de Estado», destacó.

Jabi Arakama (Geroa Bai) puso en valor el plan elaborado por el departamento de Ollo y denunció que «Navarra Suma, con su enmienda a la totalidad, pone en cuestión la mera existencia del Gobierno. No vamos a entrar en el juego que pretende imponer de con quién se puede pactar y con quién no». Asimismo, defendió la conveniencia de debate el Plan en el Parlamento.

«Lo que enriquece este plan es el camino que hemos transitado», destacó Ainhoa Aznarez (Podemos-Ahal Dugu) y subrayó que «tiene como objetivo alcanzar acuerdos mayoritarios, por eso busca acuerdos transversales». También cuestionó la necesidad de que este plan haya sido debatido en el Parlamento tras ser redactado mediante un proceso participativo en el que estuvieron representados numerosos agentes sociales, políticos y sindicales.

Marisa de Simón (I-E) subrayó que el plan sirve como «oportunidad de aportar a la construcción social» y defendió «el criterio en todas las medidas para la convivencia».

Enfado del PSN

Pese a que las críticas de EH Bildu eran públicas –Ruiz compareció en una rueda de prensa hace dos semanas– en las filas del Gobierno su voto en contra fue recogido con malestar e, incluso, enfado. Quizás esperaban una abstención que hubiera permitido dar el visto bueno al Plan sin haberlo negociado en los pasillos de la Cámara.

Así, minutos después de la votación, el PSN hacía pública una nota en la que culpaba tanto a EH Bildu como a Navarra Suma de que no se aprobara el Plan de Convivencia en el Parlamento.

«Tanto la derecha como la izquierda abertzale han convertido el Plan de Convivencia en un conflicto político, que es justo lo que rechaza la mayoría social de Navarra», se ha quejado el PSN obviando que su trato en el trámite no ha sido el mismo.

Jurío acusaba a las dos formaciones de «despreciar» el trabajo realizado por el director general de Paz y Convivencia, Martín Zabalza, del PSN, destacando que han participado más de 300 personas.

Como era de esperar, Navarra Suma trató de pescar en río revuelto y envió otra nota en la que Javier Esparza, presidente de UPN y portavoz de la coalición, denunciaba que «queda claro que Chivite se sustenta en una formación incapaz de condenar a ETA». «Ya habíamos advertido de que es imposible mejorar la convivencia en Navarra de la mano de EH Bildu y hoy [ayer] se ha evidenciado», añadía Esparza, que proclamaba que «los que han roto la convivencia en Navarra son incapaces de dar un solo paso para reconstruirla, y eso debería hacer reflexionar al PSN».