Pello Bilbao dijo en la meta ayer que quiso mover la carrera desde lejos y que sufrió para empalmar con el grupo selecto.

Decía antes de empezar que el titular que quería leer era «Por fin gana Pello Bilbao en la Itzulia»...

A parte del objetivo de la general, que es el podio, quizás para mí personalmente era más importante ganar una etapa, disfrutar de ese momento y sacarme la espina del año pasado. Siento como que me he quitado un peso de encima, lo quería conseguir, estaba obcecado con eso y al final ha llegado.

¿Ganar en un sprint a Alaphilippe le da más valor después de todas las energías gastadas antes?

Fue una etapa durísima, con muchos metros de desnivel, una gran tensión y mucho desgaste. Creo que todos gastamos mucho. Yo en los últimos kilómetros me expuse bastante porque intentaba buscar otra opción al no estar al 100% seguro de poder ganar al sprint, pero no me quedó más que esa opción porque la carrera, pese a ir dura, estaba complicada para romperla porque había tres equipos con dos integrantes y eso al final siempre dificulta los movimientos en solitario.

¿Le da más valor a esta etapa que a la lograda en el Giro en una llegada ante corredores del nivel de Landa, Ciccone, Carapaz y Nibali?

Es una victoria muy diferente, aquella fue una etapa de alta montaña, había estado en fugas y las circunstancias fueron diferentes ante escaladores. En Amurrio estaba Alaphilippe, que es campeón del mundo, un gran llegador en estas metas. Y eso le da un valor extra a esta etapa, además de lo que supone ganar en casa después de fallar el año anterior.

¿Mandó a un compañero trabajar para intentar repetir en Zamudio con la confianza de la victoria?

Pensé que Quick Step hizo un trabajo para llegar al sprint en Amurrio y me benefició y al día siguiente me parecía de recibo colaborar e intentar llegar de nuevo al sprint. Que llegara Lafay no nos importaba, pero cuando se pusieron a tirar y vimos que la etapa podía estar en el grupo, ¿por qué no colaborar? No salió tan bien porque era un sprint más de pelear la posición y en los últimos metros me quedé encerrado y no encontré el camino. Cuando estás en racha con buenas sensaciones hay que intentar aprovecharlo.

¿Ayer fue una sorpresa todo?

Ha habido mucho lío. En 50 kilómetros no se hacía la fuga, había desgaste en el pelotón y el Jumbo tenía problemas para controlar. He decidido irme por delante en Ea, para empezar primero la subida y ver si se animaba más gente. He visto que los que tenía adelante conmigo no eran los más adecuados, aunque luego se han visto las piernas de Marc Soler. Necesitaba que viniera algún favorito más para endurecer la carrera y hemos decidido levantar el pie y guardar energías para la última etapa. Luego he andado justo en Elgeta y he cerrado el hueco gracias a Novak. Por él sigo adelante en la clasificación general.

¿Le favorece un recorrido tan duro el último día?

Todo está abierto y cuanto más intenso se corra de principio a fin más me favorece. El objetivo es el podio desde el principio. No está fácil, pero lo tengo al alcance y lo intentaremos. He visto que las fuerzas están muy igualadas. El bloque más completo es el de Ineos, que tiene la capacidad de controlar la carrera y llegan con dos hombres al momento decisivo. El Jumbo está bien, pero haciendo un gran desgaste, han tenido que controlar todos los días y tienen la suerte de contar con Vingegaard. El resto estamos muy igualados y puede pasar cualquier cosa. Al ser el último día seguramente se romperá la carrera.

¿Por qué ha decidido no hacer Giro y Tour y volver a la Vuelta?

Ya llevo muchos años repitiendo el mismo esquema de Giro y Tour y me ha funcionado bien, pero este año quería cambiar porque sé que el año que viene volveré a hacer Giro y Tour y he optado por correr Giro y Vuelta. Para el Tour tenemos un equipo completísimo y hay que dividir fuerzas. No está definido si disputaré las generales. Veremos cuando arranque el Giro cómo estamos, qué sensaciones tenemos y lo que quiere el equipo.