GARA
PARIS

El «tercer hombre» se hace presente en el cierre de la campaña presidencial

Jean-Luc Mélenchon no ha dudado en jugar al protagonismo hasta el cierre de la campaña. Mientras Emmanuel Macron y Marine Le Pen lanzaban ayer sus últimos mensajes, el líder insumiso daba a entender que la alianza de izquierda será realidad en las legislativas.

Jean-Luc Mélenchon llegó tercero el pasado 10 de abril, pero, pese a ser eliminado de la carrera presidencial, no se ha resignado a apartarse completamente de la campaña hacia la segunda vuelta. Consciente de su exclusión oficial en ese juego de dos, se acercaba esta semana a los medios con una propuesta, para unos exótica, para otros premonitoria, la de convertirse en primer ministro de un futuro Gobierno de cohabitación.

Con su mensaje, el líder insumiso trataba de levantar la moral de esa izquierda que no tendrá candidato mañana, pero sobretodo de marcar a esos votantes huérfanos el objetivo de conseguir en las elecciones legislativas de junio un número de parlamentarios lo suficientemente importante como para hacer de contrapeso al Elíseo.

Para seguir alimentando esa opción de una alianza, que reforzaría la «unión popular» con la que Mélenchon alcanzó en la primera vuelta la cifra récord de 7,7 millones de votos (21,95%), ayer fuentes de la formación insumisa anunciaban que el diálogo está avanzado.

Aunque el Partido Socialista votó tras la primera vuelta en favor de una alianza, de momento esa formación no ha entrado en la ronda de contactos abierta por la France Insoumise.

Interlocutores en esas negociaciones señalaban a la agencia France Presse que podría darse a conocer un acuerdo, con al menos otras dos fuerzas, en un plazo de diez días. Los ecologistas de Yannick Jadot y los comunistas de Fabien Roussel son los interlocutores principales de los de Mélenchon en esa ronda.

Actos de cierre

La contraprogramación buscada por la formación insumisa no quitó, en todo caso, protagonismo al cierre de la campaña.

En un mitin, la víspera, en la localidad de Arras, en el norteño departamento de Pas-de-Calais, Marine Le Pen volvió por sus fueros con el mensaje más puramente frentista.

«La opción es o Macron o Francia», proclamó la líder de Rassemblement National, que, sin abandonar el norte, ayer se acercó a una localidad próxima a Touquet, donde los Macron pasan sus vacaciones, para desde allí advertir de que reelegir al actual presidente equivale a «una perpetua», en alusión a su intención de extender la edad de jubilación hasta los 65 años.

Por su parte, Emmanuel Macron cerró su campaña con un desplazamiento al departamento sureño de Lot, donde arrasó en 2017, para recordar a su electorado que «nada está ganado» y que para hacer buenas las encuestas debe de ir a votar por él mañana.