GARA
RAMSTEIN-KIEV

El foro militar de EEUU empuja a Berlín a suministrar tanques a Kiev

EEUU convirtió la reunión con una cuarentena de aliados para apoyar militarmente a Ucrania en un foro permanente para suministrar armas a Kiev rápidamente y a largo plazo con el objetivo de debilitar notablemente a Rusia. En el empeño de buscar arsenales por todo el mundo, ha forzado el cambio en el Gobierno alemán, reticente a suministrar armamento pesado, que anunció la entrega de 50 tanques Gepard que había excluido de sus primeras ofertas.

Estados Unidos está dispuesto a «mover cielo y tierra» para asegurar que Ucrania gana la guerra contra Rusia, afirmó el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en una reunión en la base aérea de EEUU en Ramstein, Alemania, con sus homólogos de más de 40 países que Washington convirtió en un foro permanente que se reunirá una vez al mes para aumentar y acelerar las entregas de equipos militares a Kiev.

Como ya dijo la víspera, «Ucrania claramente cree que puede ganar y todos aquí también. Seguiremos moviendo cielo y tierra para poder satisfacerlos». Añadió que las entregas ahora solo tardan 72 horas, incluso 24 si los equipos militares que se mandan solo tienen tecnología estadounidense.

No solo Gran Bretaña, el Estado francés, Canadá o la República Checa han dado el paso. La presión de EEUU ha movido también a Alemania, particularmente reticente a suministrar armamento pesado.

Su ministra de Defensa, Christine Lambrecht, confirmó la autorización para enviar 50 tanques de tipo Gepard de las existencias del consorcio Krauss-Maffei Wegmann. Los Gepard están especializados en lucha antiaérea, principal objetivo ahora de Ucrania, que quiere hacer frente a los bombardeos rusos de largo alcance.

En Ramstein, Lambrecht recordó el giro de Berlín en su política militar con el aumento del presupuesto militar y los envíos de armas. «Ante una guerra de agresión brutal nos hemos despedido de una política de contención en cuanto a la exportación de armas en zonas de guerra y de conflicto, ante todo para ayudar a Ucrania. No fue fácil, pero fue una decisión respaldada por la mayoría de nuestra población», defendió.

Berlín ha pasado de autorizar armas pertenecientes al Ejército alemán al envío de otros equipos por parte de la industria, como es el caso de los Gepard, para no reducir las capacidades de su propio Ejército.

El cambio llega después de las acusaciones al Gobierno alemán de haber recortado la lista de armas disponibles eliminando los tanques, para irritación de Kiev.

Además, Lambrecht anunció la decisión de formar a militares ucranianos en territorio alemán en el uso de determinadas armas. «Ha habido críticas a Alemania. Pero las cifras dicen otra cosa», aseguró la ministra.

EEUU ha dejado claro que el rearme busca, más allá de la derrota, «una Rusia tan debilitada que ya no pueda hacer el tipo de cosas que hizo al invadir Ucrania», lo que augura una escalada armamentística prolongada y también un largo conflicto.

Rusia advirtió el lunes del «peligro real de una Tercera Guerra Mundial», en palabras del ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, que comparó la situación con la crisis de los misiles en Cuba de 1962, solo que ahora han caído todos los controles de la Guerra Fría.

El Gobierno de China alertó de que «nadie quiere una Tercera Guerra Mundial», por lo que apeló al diálogo «para impedir que escale el conflicto y evitar que Europa y el mundo paguen un precio más alto».

Por el momento, en el frente del Donbass, tras la pérdida para Kiev de varias localidades como Izium y Kreminna en las últimas dos semanas, el Ejército ruso avanza lentamente aldea por aldea con bombardeos continuos de morteros, artillería y lanzacohetes, en particular en la ciudad de Popasna.

Putin apela al derecho de autodeterminación

Mientras el secretario general de la ONU, António Guterres, no dudó en llamar «invasión» a la ofensiva Rusia en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, defendió la legitimidad de la «operación especial militar» al apelar al derecho a la autodeterminación de los pueblos. Guterres ya constató la radical discrepancia en su encuentro previo con el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, ante el que añadió la preocupación por las «persistentes informaciones de violaciones del derecho humanitario internacional y de posibles crímenes de guerra».

Putin puso como ejemplo el precedente de Kosovo y destacó que había leído «personalmente todos los documentos del Tribunal Internacional de la ONU», que afirmó que «determinado territorio de un Estado no está obligado a pedir permiso para declarar su soberanía a las autoridades centrales del país». «Si este precedente existe, las repúblicas del Donbass también podían hacerlo. Por nuestra parte, recibimos el derecho a reconocerlos como Estados independientes» y, posteriormente, darles la ayuda militar «contra el Estado que llevaba a cabo una operación militar contra ellas» desde 2014. «Teníamos el derecho a hacerlo en total correspondencia del artículo 51 de los estatutos de la ONU», concluyó.

Con todo, también plantearon crear un Grupo de Contacto con Rusia y Ucrania para posibilitar corredores humanitarios seguros y efectivos. Guterres, recordó la situación en la sitiada ciudad de Mariupol, «donde cientos de miles de civiles requieren ayuda humanitaria y muchos necesitan ser evacuados». Putin coincidió en calificarla de «difícil e incluso trágica», pero insistió en que los militares atrincherados en la acería Azovstal «deben liberar a los civiles, porque de lo contrario estarían actuando como los terroristas del Estado Islámico», y defendió que los corredores rusos en Mariupol sí funcionan. GARA