Luis Miguel PASCUAL
parís

La izquierda gala avanza hacia una unión para las legislativas

La izquierda francesa avanza hacia la unión que pidió el líder de La France Insoumise (LFI), Jean-Luc Mélenchon, que le permita obtener una mayoría en las legislativas de los próximos 12 y 19 de junio y tratar de detener las políticas del recién reelegido presidente, Emmanuel Macron. LFI y el PS no vieron ayer «obstáculos insalvables» para una alianza.

Una delegación del Partido Socialista (PS) mantuvo un encuentro en la sede de La France Insoumise (LFI) al término de la cual constató que «no hay obstáculos insuperables» para una alianza, según aseguró el negociador socialista Pierre Jouvet.

La formación de Jean-Luc Mélenchon había descartado inicialmente formar una alianza con los socialistas, pero ayer uno de sus portavoces, el eurodiputado Manuel Bompard, reconoció «evoluciones programáticas» en sus potenciales socios. «Tenemos la sensación de que no era el mismo Partido Socialista», aseguró.

Bompard agradeció el cambio de actitud del PS, que hasta ahora se negaba a dialogar y que también ha modificado sus posturas políticas, con una clara ruptura de las aplicadas la última vez que estuvieron en el Gobierno, bajo la Presidencia de François Hollande (2012-17).

El encuentro fue calificado de «histórico», puesto que los socialistas rechazaban hasta la fecha todo contacto con el partido de Mélenchon, que abandonó el PS hace 14 años para lanzar un movimiento a su izquierda.

Así, el negociador de LFI no ve «cuestiones insalvables», un término similar al utilizado por el portavoz del PS, Pierre Jouvet. «Hemos tenido una discusión constructiva sobre ciertos puntos. No hay ente nosotros un punto de bloqueo insalvable», coincidió Jouvet.

Mélenchon acabó tercero de la primera vuelta de las presidenciales con casi el 22% de los votos y se convirtió en el gran referente de la izquierda francesa, mientras que la candidata del PS, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se hundió hasta el 1,75%.

La correlación de fuerzas se ha invertido, pero el cambio de postura no es aceptado de forma unánime en el seno del Partido Socialista, donde hay voces que alertan del peligro de diluirse dentro de La France Insoumise mientras otros lo consideran necesario para salvar los muebles y evitar la quiebra.

LFI espera que el PS acepte algunos de sus puntos programáticos para poner comenzar una negociación sobre el reparto de cincunscripciones.

La gran fuerza de los socialistas es que están mejor implantados a nivel territorial y cuentan con más diputados en la Asamblea Nacional francesa, 28, frente a los 17 de LFI.

Las delegaciones de ambas formaciones acordaron seguir negociando y se fijaron como plazo el próximo fin de semana para completar una alianza.

Divergencias programáticas

El partido de Mélenchon también debate con los ecologistas de Europe Écologie Les Verts (EELV), con los que las divergencias programáticas parecen ser un obstáculo, aunque el líder de esta formación, Julien Bayou, aseguró en la emisora France Info que están dispuestos a acudir en coalición si se les permite quedarse con el 15-20% de las circunscripciones.

El objetivo de todas estas conversaciones sería que estos tres partidos se apoyen recíprocamente en las circunscripciones en las que uno de ellos tenga más posibilidades.

La Asamblea Nacional tiene 577 diputados –uno por cada circunscripción–, elegidos por sufragio mayoritario, lo que castiga la dispersión del voto.

Si se suman todos los votos de izquierda durante los pasados comicios presidenciales, se superaría el 30%, lo que otorga esperanzas de poder tener peso en la próxima Asamblea Nacional, donde todas las encuestas apuntan a una aplastante victoria del partido del liberal Macron, La République en Marche (LREM).

Movimientos en la derecha francesa

El partido Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen ha tendido la mano a otras fuerzas, al igual que Reconquête (REC) de Eric Zemmour, quien logró algo más del 7% de los votos en las presidenciales.

Zemmour anunció que su movimiento no presentará candidatura en la circunscripciones por la que concurra Le Pen, al igual que tampoco lo hará frente a Eric Ciotti, el aspirante derechista a liderar la formación Les Républicains (LR), y Nicolas Dupont-Aignan, de Debout la France.

Zemmour apostó tras el recuento de las presidenciales por forjar un eje derecha-derecha extrema aunque insistió en que el tiempo de Marine Le Pen ya habría pasado.

Por contra, la presidenta de LR, Valérie Pécresse, quien no superó el 5% en la primera vuelta, y la dirección de su partido afrontan una rebelión interna de dos presidentes regionales y varios diputados, que defienden presentarse en las legislativas como independientes pero en alianza con Emmanuel Macron.

Esta posición es defendida por el expresidente Nicolas Sarkozy, que apuesta por esa opción y que mostró de forma pública su preferencia por el inquilino de El Elíseo en la segunda vuelta tras haberse mostrado frío con Pécresse en la primera.

La dirección de LR, por contra, y representantes del ala más conservadora han avisado de que acercarse a Macron supone abandonar la formación.GARA