La plantilla del Tudelano denuncia una situación «inaceptable»

El conjunto de la primera plantilla y cuerpo técnico del Tudelano denunciaron ayer en una comparecencia pública la situación «muy delicada» que está viviendo en estos momentos y que tildan de «inaceptable».

Así, pusieron de manifiesto que el club «nos adeuda cerca de tres meses de salario, así como la prima de ascenso a 1ª RFEF de la temporada pasada, lo que nos supone que el día a día se haga insostenible, dado que apenas podemos atender nuestros gastos diarios».

En este sentido, insisten en que «no se ha cumplido con lo que se negoció y prometió en su momento», lo que ha provocado que «varios compañeros se encuentren en una situación psicológica y económica que les impide desempeñar con eficacia su trabajo como jugadores».

Denuncian el «abandono total» en el que se encuentran por parte de aquellas personas «que dirigen y gestionan el club», sin que hayan tenido «ningún tipo de apoyo, ni información a lo largo de la temporada».

Plantilla y cuerpo técnico acusan a los inversores mexicanos y argentinos, que compraron hace unos meses el club y que lo han llevado a presentar preconcurso de acreedores, de la situación caótica que se vive en la entidad tudelana.

Relataron que, a lo largo de la presente campaña, han pasado por la capital ribera hasta dos directores deportivos diferentes: Guillermo Pereira, que «abandonó el club al mes de comenzar la pretemporada y no volvimos a saber de él», y Christian Barrientos, que en marzo regresó a México, «dejándonos totalmente solos». Asimismo, explicaron que el también inversor Raúl Sánchez, «tras notificarnos que había problemas para pagar, se marchó a Argentina con su hijo, Matías Sánchez, integrante del primer equipo».

Las irregularidades se han dato del mismo modo en el trabajo diario al entrenar «en cinco campos de entrenamiento diferentes» o realizar viajes «en el día de más de cinco horas de autobús para jugar un partido y regresar a casa a continuación».

Junto a ello, enumeraron que el club «ha dejado de abonar nuestros alquileres, a pesar del compromiso adquirido con nosotros».