GARA
parís

Las diferencias entre PS y LFI frenan la alianza de izquierdas francesa

Unas horas después de sugerir que el acuerdo estaba prácticamente hecho, la dirección del PS suspendió las negociaciones con la formación que lidera Jean-Luc Mélenchon.

Si a primera hora de la mañana de ayer las direcciones del Partido Socialista (PS) y de Europa Ecología-Los Verdes (EELV) apuntaban a que estaban a punto de cerrar sendos acuerdos con La Francia Insumisa (LFI) de cara a las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, por la tarde los socialdemócratas dejaban en el aire el desenlace final.

Mientras que un pacto entre el partido que lidera Jean-Luc Mélenchon y los ecologistas parece estar cerca, el acuerdo con el PS para la formación de una alianza de izquierdas que les permita ganar en la llamada «tercera vuelta», en alusión a las legislativas, y obligar al presidente electo, Emmanuel Macron, a una «cohabitación» con un primer ministro de izquierdas se halla en punto muerto.

Las discrepancias «de fondo» entre PS y LFI sobre la relación con la UE (el partido de Mélenchon aboga por «una desobediencia» a reglas con carga antisocial) y la velocidad en la reforma de las pensiones parecen ser los motivos de esta suspensión que, en principio, es sine die.

Tras publicar un documento de cuarenta páginas en el que suscribía los doce puntos que LFI pone como condición para un pacto con ecologistas y comunistas, en el que el más polémico es la posibilidad de desobedecer tratados europeos, el portavoz del PS, Pierre Jouvet, dio marcha atrás después de las críticas de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que fracasó rotundamente en las presidenciales.

Hidalgo afirmó que en la capital se aliará con ecologistas y comunistas frente a los «insumisos».

En las filas del PS algunos apuestan por formar un frente común para las legislativas asumiendo parte del programa de Mèlenchon, pero otros se niegan a dar ese paso. El expresidente François Hollande, también se había mostrado contrario a una alianza con LFI al advertir de que esa estrategia podría llevar a la desaparición del PS.

Pero ya antes de las presidenciales, destacadas figuras del PS se habían aliado con Macron, lo que pone de manifiesto que la formación socialdemócrata puede partirse en dos en cualquier momento.

Garantías de Mélenchon

El rechazo interno al posible acuerdo obligó al PS a rectificar y declarar la suspensión de las negociaciones a la espera de garantías por parte de Mélenchon de que no busca una posición hegemónica.

«Queremos llegar a un acuerdo de toda la izquierda y los ecologistas (…), pero para lograrlo se requiere una verdadera lógica compartida. Es necesario romper con cualquier lógica hegemónica y aceptar la pluralidad. En esta fase, no tenemos la garantía», indicó la dirección de un dividido PS en un mensaje interno al que tuvo acceso AFP.

LFI, cuyo líder es ahora la figura dominante de la izquierda gracias a su resultado en primera vuelta de las presidenciales de abril (quedó en tercer lugar con el 22 % de los votos), también negocia con los comunistas, aunque con pocos avances.

De momento, la única formación con la que LFI ha logrado un acuerdo ha sido Générations.s, la pequeña formación ecologista del antiguo candidato socialista de 2017, Benoît Hamon.

El proyecto de una candidatura de izquierdas para las legislativas podría reunir en torno al 30% del electorado y hacer de contrapeso a La Republica En Marcha (LREM) de Macron, que en la anterior legislatura contó con una amplia mayoría en la Asamblea Nacional francesa.

LFI quiere sumar al PS a la alianza porque es el partido progresista con más implantación en el Estado francés, con 28 diputados, y controla un buen número de alcaldías y regiones.