Mathieu van der Poel entró en el grupo selecto de corredores capaces de vestirse de amarillo en el Tour y de rosa en el Giro en su debut en las dos pruebas tras imponerse en la primera de las tres etapas de la prueba italiana en Hungría con salida en Budapest y llegada al Castillo de Visegrad. Superó tras una subida de cinco kilómetros al 5,5% al eritreo Biniam Girmay y a Pello Bilbao, que con el tercer puesto logró cuatro segundos de bonificación y otros cuatro a todos sus rivales menos a Carapaz, que entró con el mismo tiempo.

La ascensión final dejó sin opciones a casi todos los sprinters puros y el único que aguantó, Caleb Ewan, se cayó en los últimos metros tras hacer el afilador con la rueda trasera de Girmay cuando iba a entrar tercero, sin opciones de superar al eritreo y a Van der Poel, que avalaron su condición de favoritos por las características del final.

Hubo un corte entre el octavo y el noveno y Pello Bilbao y Carapaz sacaron cuatro segundos a un grupo de 40 corredores en el que entraron el resto de los favoritos. Solo Guillaume Martin, Sivakov y Arensman perdieron algunos segundos más.

La etapa no tuvo mucha historia porque solo buscaron la escapada de salida dos corredores del Drone Hopper, Tagliani y Bais, que fueron atrapados a 13 de meta. Lawrence Naesen (Ag2r) atacó en la subida final a falta de cuatro y luego le superó Lennard Kamna (Bora), cazado a 800 metros en una llegada lanzada por el UAE con Pello Bilbao y Ewan bien colocados, pero Van der Poel y Girmay llegaron desde atrás para superarlos.

La quiere defender en la crono

Mathieu van der Poel declaró tras la victoria que «es increíble, llevar el maillot amarillo del Tour y ahora el rosa del Giro... Veremos qué sucede en la contrarreloj. Trataré de mantenerla, será difícil, pero lo intentaré».

El líder del Alpecin ya fue capaz de defender el maillot amarillo en el Tour en una crono de 27 kilómetros en la que solo perdió medio minuto con el ganador Pogacar y unos pocos segundos a especialistas como Küng y Van Aert. Más fácil lo tendrá hoy en una crono de solo 9,2 kilómetros en Budapest, que acaba con 1.300 metros en subida para que pueda explotar su potencia. Tampoco sería una sorpresa que incluso la ganara.

Van der Poel añadió que «íbamos igualados y me vi vencedor sobre la línea. Al final fue difícil descolgar a los velocistas, que también lo tuvieron complicado en la subida. Sabía que era una buena oportunidad, sufrí mucho, pero lo conseguí. Creía que el posicionamiento sería la clave y fue un poco difícil. Me quedé encerrado un par de veces en la subida y me costó mucho trabajo atrapar a los rivales».