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Elisabeth Borne toma el relevo al dimisionario Jean Castex

Emmanuel Macron nombró ayer como nueva primera ministra, en sustitución del dimisionario Jean Castex, a la titular de Trabajo. Elisabeth Borne, quien procede de la órbita del PS y es la segunda mujer en ocupar el segundo cargo más importante del Estado francés.


A menos de un mes de las elecciones legislativas, el presidente francés, Emmanuel Macron, designó ayer a la ministra de Trabajo Elisabeth Borne, como jefa del Gobierno después de que su predecesor, Jean Castex, presentara su dimisión tras casi dos años en el puesto. Borne es la segunda mujer que ejerce como primera ministra, después del fugaz paso de la socialdemócrata Edith Cresson (mayo de 1991-abril de 1992).

Castex se desplazó al Palacio del Elíseo para mantener, pasadas las 16.00, una última reunión con Macron, destinada a formalizar su dimisión como primer ministro. Fue un trámite destinado a hacer efectivo un reemplazo que se esperaba desde el 25 de marzo, una vez conocida la reelección presidencial. Dos horas después, El Elíseo informaba de que la hasta ahora titular de Trabajo, Elisabeth Borne, será la nueva jefa del Gobierno.

Macron había anunciado su intención de nombrar a una persona capaz de encarar el doble desafío ecológico y social que promete marcar el arranque de su segundo mandato.

Borne, la ministra que debía haber encabezado en la primera legislatura el «diálogo social» referente a la reforma de las pensiones ha sido ahora la elegida para, desde el Ejecutivo, hacer frente a ese proyecto que promete marcar la ya cercana campaña a las elecciones legislativas de junio.

Desempleo y pensiones

El bloque de la izquierda defiende la edad de jubilación a los 60 años (con 42 años cotizados) frente a los anuncios sucesivos de Macron, que primero habló de llevar esa edad de referencia a los 65 años (sobre los 62 actuales) y luego moduló, ya en la campaña presidencial, para fijar la edad de jubilación en 64 años.

Con el nombramiento de Borne, el presidente renuncia a la renovación prometida y se ancla en su propuesta de «reformas», algunas de ellas bien impopulares, caso de la reforma de la prestación del desempleo.

Elisabeth Borne (París, 1961) ha venido desempeñando funciones como ministra de Trabajo desde 2020, aunque en 2019 fue titular del Ministerio de Transición Ecológica y antes de Transporte (2017-2019). Durante el quinquenio socialdemócrata de François Hollande (2012-2017) fue nombrada prefecta de los departamentos de La Vienne y de Poitou-Charentes. Y en 2014 fue jefa de Gabinete de la entonces ministra de Ecología, la candidata presidencial de 2007 Ségolène Royal.

Pero pese a sus funciones en distintas administraciones del PS, en 2017 dio el paso de apostar por el líder de LREM frente al candidato del PS, Benoît Hamon.

Borne es hoy afiliada de la formación presidencial, lo que no hace tan fácil dar a entender esa apertura al centroizquierda, que si funcionó con Edouard Philippe quien, proviniendo de ese mismo espacio, nunca llegó a coger el carnet macronista.

Críticas en tono de campaña

Nada más conocerse su nominación se desataron las reacciones. A unas semanas de las elecciones legislativas, la titular de Rassemblement National, Marine Le Pen, y de otra el líder de la Nueva Unidad Popular Ecológica y Social (Nupes), Jean-Luc Mélenchon, censuraron el perfil continuista del nombramiento.

Le Pen estimó en redes sociales que con la promoción a primera ministra de Borne se persevera en la receta del «saqueo social» y Mélenchon consideró que la nueva inquilina de Matignon «es una de las figuras más duras en lo que afecta a la política de maltrato social» que atribuye a Emmanuel Macron.

Europe Ecologique-les Verts dirigió «una felicitación republicana» a la nueva primera ministra, pero aseguró que su paso por el Ejecutivo se ha traducido en un «balance de fracaso a la hora de situar a Francia en la senda del cumplimiento de los Acuerdos de París» sobre cambio climático y le achacó, además, haber dado continuidad a «una política brutal que ha perjudicado a las personas más vulnerables», aludiendo así a la regresiva reforma sobre la prestación del desempleo.

En su primea alocución, ya a las puertas de Matignon, al lado de su antecesor, Borne aseguró ayer, parafraseando a Macron, que «hay que ir mas rápido y abordar con más decisión el desafío climático y ecológico». Y dedicó su nominación a «las niñas» que podrán mirarse en ese referente de una mujer al frente del Gobierno. No olvidó dedicar unas palabras a Edith Cresson, la primera mujer que ocupó ese cargo.

Cresson denuncia machismo

Elisabeth Borne será la primera mujer en treinta años en ocupar la Jefatura de Gobierno en el Estado francés. «Es visto como un acontecimiento porque Francia es un país con un gran retraso al respecto», valoró, precisamente, Edith Cresson la primera mujer en ocupar el Palacio de Matignon.

En diversas entrevistas Cresson deseó buena suerte a la nueva primera ministra, cuyas cualidades elogió, no sin advertir sobre el machismo imperante en la política francesa y que ella misma sintió cuando ejerció en el cargo que desde ayer ocupa Elisabeth Borne.