Los actos electorales regresaron ayer en el Estado francés, con la vista puesta en las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, con los macronistas que esperan la victoria y la oposición que blande la bandera del poder adquisitivo. El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, estará mañana en un mitin en París con la alianza Nupes, y Marine Le Pen (RN) en Hénin-Beaumont (Pas-de-Calais) el domingo.

Los tres bloques de las presidenciales se enfrentan, con algunos socialistas intentando romper esta pugna y los republicanos, que cuentan con su arraigo local para evitar otro descalabro. Según varias encuestas, la mayoría presidencial y los Nupes estarían codo con codo (26-28%), por delante de RN (21-23%), LR (9%-11%) y ¡Reconquista! de Eric Zemmour (5-6%). Pero debido al método de votación y a la concentración geográfica de los resultados de LFI, el campo presidencial y sus pilares LREM, MoDem y Horizons mantendrían una mayoría de 290 a 330 escaños. Incluso aunque se reduzca con el paso de las semanas, rozarían el umbral de la mayoría absoluta (289). Los Nupes tendrían de 160 a 195 escaños y esperan forzar la cohabitación, la RN entre 20 y 65, y Marine Le Pen espera el impulso del 41,5% de los votos en la final presidencial. LR vería menguar su grupo de cien diputados a entre 20 y 65. Una clara victoria macronista dejaría al presidente las manos libres en la Asamblea otros cinco años. Una victoria estrecha lo expondría a turbulencias internas y una mayoría relativa le obligaría a alianzas de conveniencia.