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TEL AVIV

Para cortar lazos energéticos con Rusia la UE se gira hacia Israel

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, firmó un acuerdo con Israel para importar gas a través de Egipto, con el que la UE busca ir sustituyendo los lazos energéticos que quiere cortar con Rusia, a costa de ignorar los derechos de los palestinos a sus recursos en el Mediterráneo, confiscados por Tel Aviv.

Ursula Von der Leyen, con el primer ministro israelí, Nafatalí Bennett.
Ursula Von der Leyen, con el primer ministro israelí, Nafatalí Bennett. (Amir COHEN | AFP)

La Unión Europea quiere fortalecer su cooperación energética con Israel como alternativa para cortar con la dependencia de Rusia, señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de visita en Israel, donde anunció un acuerdo que también incluye a Egipto para el suministro de gas natural a través del país árabe.

«El Kremlin usó nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos para chantajearnos», acusó durante un discurso en la Universidad Ben-Gurion en el Negev, en el sur de Israel.

«Desde el comienzo de la guerra (en Ucrania), Rusia ha cortado deliberadamente sus suministros de gas a Polonia, Bulgaria y Finlandia, a empresas holandesas y danesas en represalia por nuestro apoyo a Ucrania», apuntó, en referencia a las medidas por no pagar el gas en rublos.

«El comportamiento del Kremlin solo refuerza nuestro deseo de liberarnos de nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos», añadió Von der Leyen.

Como ejemplos de cooperación energética con Israel citó un proyecto para un cable eléctrico submarino que unirá el Estado judío, Chipre y Grecia, y un oleoducto en el Mediterráneo oriental.

Israel está trabajando duro para poder exportar gas en alta mar a Europa y quiere aprovechar la situación vulnerable europea por su rechazo a Rusia. «La UE necesita gas israelí», reiteró Von der Leyen a la ministra israelí de energía, Karine Elharrar.

El memorándum prevé transportar el gas natural de Israel a Egipto, un vecino ya conectado al Estado judío por un gasoducto, luego licuarlo y transportarlo por barco en Europa. Descartaría construir un gasoducto a Turquía o una nueva ruta directamente al sur de Europa.

El gas de la costa de Gaza

En cualquier caso, la UE debe ignorar, cuando no respaldar, la ocupación sionista de Palestina y la violación del derecho internacional que le reprocha a Rusia. Bruselas ya apuntó esta intención cuando en 2017 firmó un acuerdo por 4.000 millones de dólares para comprar el gas extraído de la costa palestina a través de un gasoducto que rivalizaría con el gas ruso que pasa a través de Turquía hacia el sur de Europa. El gas forma parte de la inmensa reserva de 87.000 kilómetros cuadrados denominada Leviatán, hallada en 2009.

Un año antes, Israel había llevado a cabo la ofensiva ‘‘Plomo Fundido’’ contra Gaza, apropiándose de varios pozos exploratorios en su costa y echando por tierra negociaciones previas para que parte de los ingresos del gas fueran para los palestinos.

También Líbano tiene reclamaciones sobre parte de este gran campo petrolífero que disputa con Israel y considera que una de las plataformas israelíes se encuentra en aguas bajo su jurisdicción. Hundido en una grave crisis, el acuerdo reduce las posibilidades de venta de sus recursos de gas.

Moscú abre un corredor de evacuación en Severodonetsk

Rusia propuso establecer un corredor humanitario para evacuar a los civiles que se han refugiado en una planta industrial en Severodonetsk, una ciudad escenario de una batalla particularmente destructiva. El Ministerio ruso de Defensa anunció un corredor durante doce horas en el que «se garantiza la evacuación segura de todos los civiles, sin excepción».

Más de medio millar de civiles se han refugiado en los pasajes subterráneos de la fábrica química Azot, una situación que recuerda a la de la acería de Azovstal en Mariupol. Los civiles y los combatientes ucranianos se encuentran aislados tras la destrucción del último puente que unía la ciudad con la vecina de Lisichansk. Sin embargo, las autoridades ucranianas sostienen que aún hay vías de comunicación, aunque complicadas», y afirmaron que siguen combatiendo a pesar del coste humano «aterrador». Añadieron que los civiles huyen en masa de la provincia de Lugansk. GARA