Manex ALTUNA
ELECCIONES EN EL CLUB ROJIBLANCO

Goleada de Jon Uriarte aupado por las ganas de renovar el Athletic

Los dueños del club se decantaron con claridad por entregar las llaves de Ibaigane a Jon Uriarte. La nueva directiva que lidera el emprendedor bilbaino de 44 años convenció a la mayoría de la masa social con una forma de actuación y comunicación diferente a la de sus rivales durante la campaña. Arechabaleta y Barkala asumieron la derrota con deportividad y recomponer la «unión» de la «familia» Athletic es uno de los principales retos del nuevo presidente, además de acometer la «transformación» prometida para «subir» el nivel.

(Monika DEL VALLE FOKU)

Jon Uriarte goleó en las elecciones al Athletic al imponerse en las 24 mesas electorales ubicadas en San Mamés. Es el segundo presidente que obtiene un mayor respaldo en las urnas, después de Josu Urrutia en 2011. Los casi 11.000 votos recibidos demuestran que se ha ganado la confianza de la masa social marcando un mensaje y un perfil propio. Tuvo que superar dificultades durante el proceso electoral y salió reforzado ante los socios con sus decisiones al no temblarle el pulso para prescindir del director deportivo por unos mensajes en twitter que chocaban con sus valores.

La forma de dar a conocer su propuesta no ha seguido el modo convencional. Sin sede oficial ni acudir a debates, tan solo ha ofrecido una rueda de prensa abierta a las preguntas de los medios desde que fue proclamado candidato. Ha dedicado sus esfuerzos a las redes sociales y, desde el inicio, cuenta con fieles admiradores en esos canales. Ese respaldo también se ha trasladado a la calle. El día de las votaciones llamó la atención la cantidad de personas, de todas las edades, que se le acercaban para hacerse fotografías junto a él.

«Outsider»

La diferencia en las urnas pone en evidencia que recibió un apoyo mayoritario y que logró generar una ola de ilusión. Sacó más de 3.000 votos a Iñaki Arechabaleta y casi triplicó a Ricardo Barkala, que se quedó en 4.200. El presidente del puerto de Bilbo apenas subió unos cientos de votos con respecto a la recogida de avales. Un resultado frustrante teniendo en cuenta la inversión realizada en tiempo y dinero.

Su afiliación al PNV y contar con antiguos directivos resultó un lastre. La candidatura «plural y transversal» no enganchó, a pesar de contar con el aval de cargos de EH Bildu y elaborar un proyecto con responsables deportivos como Ramón Planes y Ainhoa Tirapu. Compartir entrenador con Uriarte en el último momento pudo resultar también determinante para desequilibar la balanza en su contra.

La apuesta por Bielsa sirvió a Arechabaleta para remontar en las preferencias de los socios después de ser el que menos firmas entregó para ser candidato. Volver a escuchar al entrenador argentino sirvió de acicate para muchos seguidores rojiblancos, pero también generó el rechazo de sus detractores que prefirieron optar por un carácter más tranquilo con Valverde. La etiqueta de Vocento tampoco le ayudó.

En cambio, sus éxitos profesionales con la venta de Ticketbis por 150 millones de euros han catapultado a Jon Uriarte para postularse como la persona idónea para dirigir el Athletic. Ser hijo de Pedro Luis Uriarte -consejero de Lakua en los 80 y BBVA- también ha jugado a su favor para contar con la confianza de los socios veteranos.

Para otros, Uriarte ha sido el «outsider» de las elecciones y han apostado por él frente a dos representantes de los poderes fácticos en la sociedad vizcaina. Las denuncias de «ataques» en su contra también contribuyeron en ese sentido, aunque en su candidatura también cuenta con personas vinculadas a la formación jeltzale y con cargos en instituciones y empresas importantes. El nuevo presidente es consciente de que debe recuperar la armonía en el ecosistema rojiblanco y en su primer discurso enfatizó en la necesidad de «unir» a la «familia» del Athletic. Barkala y Arechabaleta felicitaron al ganador y asumieron con deportividad la derrota.

Reto deportivo

El traspaso de poderes con Elizegi es un punto de partida para empezar a acometer la «transformación» prometida. El reto de subir al siguiente nivel es mayúsculo. Sus discursos sobre innovación y modernización del club han calado en la masa social y ahora tendrá que pasar de las palabras a los hechos. Una tarea complicada que se puede convertir en frustración, si no se van satisfaciendo los deseos y aspiraciones en un mundo del fútbol tan volátil y dependiente del último partido.

En los próximos días se va a reunir con los empleados de todas las áreas del club para hacer un diagnóstico de la situación actual y comenzar a ejecutar su plan. Ponerse a trabajar de inmediato en el ámbito deportivo será primordial. Asimismo, la presencia de Ernesto Valverde en el banquillo otorga seguridad y sosiego al proyecto porque conoce el club a la perfección. Sabe lo que tiene entre manos y cómo sacarle rendimiento.