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Draghi saldará en la Cámara la crisis política al ser rechazada su dimisión

Los decisión de los senadores del Movimiento 5 Estrellas, de la coalición gobernante en Italia, de retirar su apoyo al primer ministro, Mario Draghi, durante una moción de confianza, abrió ayer una crisis política que el jefe del Gobierno saldará en el Parlamento después de que el presidente, Sergio Matarella, rechazara su dimisión.

Vista general del Senado antes de votar el decreto sobre las medidas económicas para hacer frente a la inflación. (Andreas SOLARO | AFP)

La crisis que atraviesa el Gobierno italiano se escenificará la próxima semana en el Parlamento por orden del jefe del Estado, Sergio Mattarella, que rechazó la dimisión presentada ayer por el primer ministro, Mario Draghi, después de la estocada de uno de los socios de su coalición, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), que tras varias semanas de tensiones decidió no votar en el Senado una moción de confianza al Ejecutivo del que forma parte. El presidente le encargó presentarse ante el Parlamento para dar explicaciones y verificar si sigue contando con una mayoría para gobernar.

Draghi reunió a sus ministros para informarles de su decisión y poner fin al Gobierno de coalición nacional que preside desde febrero de 2021. Y acto seguido se personó en el Palacio del Quirinale para oficializar su renuncia, que sin embargo la rechazó, en lo que parece un gesto para tratar de ganar tiempo hasta poder nombrar un nuevo Ejecutivo.

Mattarella respondió a Draghi que la crisis debía saldarse obligatoriamente en las dos sedes parlamentarias, en el Senado y en la Cámara de Diputados, previsiblemente el miércoles.

Así, el expresidente del Banco Central Europeo, visto en Italia como uno de sus recursos más valiosos, podrá comprobar si cuenta o no con una mayoría para agotar la legislatura en su plazo natural, marzo de 2023. Y evitar, de momento, las elecciones anticipadas en otoño que piden los tres grandes partidos de la derecha y la ultraderecha Forza Italia, Lega -ambos parte del Gobierno de unidad nacional- y Fratelli d’Italia -la única oposición y a la que la mayoría de los sondeos sitúan como primera fuerza-, convencidos de ganar las próximas legislativas.

Discrepancias en fondo y forma.

La ausencia del M5S en la votación del Senado para la aprobación como moción de confianza de un decreto de ayudas contra la inflación fue el último escollo entre Draghi y el líder del M5S, Giuseppe Conte, su predecesor en el cargo. La moción de confianza es una estratagema a la que se recurre frecuentemente en la política italiana para acelerar la tramitación de leyes, pues impide presentar enmiendas.

El M5S ve «insuficientes» estas ayudas y critica el decreto por incluir medidas como la financiación de una incineradora de basuras para Roma.

Pero antes ya habían mantenido otros notorios desencuentros, dado el recelo del M5S a seguir enviando armas a Ucrania.

El M5S defendió que su ausencia en la votación se debe a las discrepancias con el fondo y la forma de la propuesta, desmarcándose tajantemente de cualquier intento de generar una crisis en el Ejecutivo.

Para muchos, se trata de una especie de harakiri que evidencia el deseo del M5S de pasar a la oposición y tratar de recuperar el electorado perdido tras los últimos batacazos en las urnas y de cara a la inminente campaña electoral.

Draghi ya había avisado de que no gobernaría sin el M5S, pese a que su salida de la coalición no impedía su continuidad, pues parece seguir contando con el apoyo de una mayoría parlamentaria.

Aunque no abandona el cargo por ahora, en Italia se abre otra crisis política y de Gobierno tras 17 meses de Draghi al frente del Ejecutivo.

Es el sexto primer ministro consecutivo en una década que no ha sido elegido directamente en las urnas tras Mario Monti, Enrico Letta, Matteo Renzi, Paolo Gentiloni y Conte, con una media de permanencia al frente del Gobierno de poco más de año y medio.