EDITORIALA

Justicia reproductiva y solidaridad como guías

Tras la anulación por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos del precedente Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho constitucional al aborto, se ha extendido una gran preocupación por la reacción que el sistema patriarcal y sus poderes autoritarios están teniendo ante la revolución feminista. La entrevista con la directora de Planned Parenthood, Gabriela Benazar, ofrece algunas pistas sobre cómo se puede recomponer ante este ataque el movimiento feminista y, en concreto, cuáles son los retos que afronta la sociedad civil dedicada a dar asistencia y cobertura a las mujeres que desean practicar un aborto. Su labor se centra en EEUU y en el contexto actual, pero puede tener lecciones interesantes y puede ayudar en debates que trascienden fronteras.

En términos ideológicos, Benazar destaca la idea de justicia reproductiva, «un concepto acuñado por mujeres negras del Sur que dicen que el derecho va más allá de decidir sobre abortar o no, es la capacidad de decidir cuándo y cómo crear familias, y cuando lo decidas poder hacerlo con garantías sanitarias y de otros ámbitos, como el laboral o el educativo». Según crecen las desigualdades, y teniendo en cuenta que retrocesos normativos como el sucedido ahora en EEUU afectan sobre todo a las mujeres de minorías y más desfavorecidas, es importante ofrecer un marco que no se conforme con dar las batallas que quiere dar el sistema, sino con las necesidades y prioridades de las mujeres y sus comunidades.

Asimismo, es importante ver que la solidaridad sigue siendo el mejor antídoto contra las fuerzas autoritarias y los reaccionarios. Una solidaridad que se articula para dar servicio a las mujeres que no tienen recursos o necesitan ayuda, para sostener a las profesionales que son perseguidas, para acompañar a las activistas que defienden los derechos de todas las personas. Sin restar ni un ápice de gravedad a la decisión del Supremo y sus consecuencias, sin renunciar ni a una sola lucha ni a un derecho, el movimiento por la justicia reproductiva y el feminismo que lo alberga ofrecen alternativas y esperanza, tan necesarias en las luchas de liberación.