El primer buque cargado de cereal ucraniano bajo el acuerdo firmado hace diez días en Estambul, que ayer zarpó de Odessa, llegará a las costas turcas pasada esta medianoche y será inspeccionado antes de seguir viaje hacia el puerto libanés de Trípoli. El Razoni, que navega bajo bandera de Sierra Leona, transporta 26.527 toneladas de maíz, y es el primer cargamento de cereal ucraniano que se exporta a través del mar Negro desde el comienzo de la guerra en Ucrania.

Es el primer buque mercante que sale del país gracias al acuerdo firmado en Estambul el 22 de julio por Moscú y Kiev, con la mediación de Ankara y la colaboración de Naciones Unidas, que permite la exportación de cereal de los puertos ucranianos de Odessa, Chornomorsk (sur) y Pivdenny (este), bloqueados desde la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero. Varios barcos esperan ya en esos puertos preparados para cargar y zarpar.

Desde la semana pasada funciona en Estambul un centro de coordinación del acuerdo, donde un equipo de 20 personas, tanto civiles como militares, compuesto por delegados rusos, ucranianos, turcos y de la ONU, hacen seguimiento al movimiento de los buques.

Verificación de la carga

Se prevé que el Razoni entre en el estrecho del Bósforo, que une el mar Negro con el mar de Mármara pasada esta medianoche, aunque en un principio se esperaba su llegada a mediodía. Una vez en Estambul, será inspeccionado sobre las 5:00 GMT, según el Ministerio turco de Defensa, por un equipo que se trasladará al buque anclado frente la costa para verificar su carga.

Las autoridades turcas aseguraron que no hay peligro de minas flotantes en la ruta de los buques.

El bloqueo de casi 25 millones de toneladas de grano en los puertos ucranianos ha disparado los precios. Rusia y Ucrania son grandes potencias agrícolas, y su trigo, maíz y girasol, en particular, abastecen el mercado mundial.

Numerosos países africanos y de Oriente Próximo dependen de las importaciones de cereales de Ucrania y Rusia, y se teme que la escasez de grano en los mercados podría causar hambrunas, protestas y desestabilizar la sociedad.

Las cuatro partes implicadas en el pacto y la OTAN celebraron ayer la salida del carguero como un importante paso adelante en la resolución del conflicto, pero, sobre todo, de cara a aliviar la situación alimentaria de Oriente Medio, Asia y África&csMarker;, agravada por la escasez de cereal ucraniano en esos mercados. «Garantizar que cereales y alimentos disponibles puedan llegar a los mercados globales es un imperativo humanitario», subrayó la ONU.

El acuerdo tiene una vigencia inicial de 120 días, pero se renovará automáticamente si los países implicados no se oponen.

Al día siguiente a su firma, un misil ruso impactó en Odessa y los analistas ya advirtieron entonces de que la continuación de los combates y ataques rusos en el sur podría amenazar el acuerdo.

Rusia consigue pequeños avances en Donetsk

La reanudación del envío de cereal se produjo mientras los combates se intensificaban en el Donbass, lo que llevó a Kiev a ordenar la evacuación de la población civil de las zonas de la región de Donetsk controladas por el Ejército ucraniano. Las autoridades prorrusas interpretaron esta medida como un intento de «deslegitimar» el referéndum que planean celebrar tras la «liberación» de todo el territorio de la región.

Rusia continuó los ataques en torno a Bajmut, bastión clave para controlar la parte de Donetsk en manos ucranianas, donde consiguió pequeños avances y continúan los fuertes combates. Igual que en el área de Avdiivka, un suburbio de la ciudad de Donetsk.

Entretanto, el Gobierno ucraniano anunció que ha recibido la primera mitad de una ayuda de 1.000 millones de euros de la UE, así como lanzacohetes Mars II suministrados por Alemania.GARA