El recién llegado Blanco Leschuk rescata un punto en Villarreal

Un cabezazo del delantero argentino en el minuto 89 del partido dio un empate al equipo armero, que empezó mandando en el marcador pero que fue de menos a más, hasta verse remontado antes del descanso. La expulsión de Lozano le dio alas.

Llegar y besar el santo. Es lo que hizo Blanco Leschuk en la noche de ayer. No solo porque acaba de aterrizar en Eibar -el club armero oficializó su regreso el miércoles- sino también porque se encontró con el gol a los seis minutos de entrar al tapete verde del mini estadio del Villarreal.

Garitano adelantó el jueves que el delantero argentino no estaba en condiciones de ser titular ante el filial del submarino amarillo pero el ariete demostró que el olfato goleador muchas veces no va ligado con la condición física. También es cierto que Leschuk entró al juego cuando los locales ya llevaban diez minutos jugando con uno menos por la expulsión de Lozano, que fue el protagonista del cuadro local, para lo bueno y para lo malo.

En lo bueno fue el mejor del Villarreal, con un golazo de falta directa que sirvió para igualar el tanto inicial de Quique, que adelantó al Eibar al cuarto de hora del inicio. Empezó mandando el equipo dirigido por Gaizka Garitano, presentando su candidatura a luchar por el ascenso, pero esa superioridad se fue diluyendo en cuando los locales empezaron a tocar el esférico.

No fue en una jugada colectiva cuando encontró la igualada el Villarreal, sino en una de estrategia. Lozano, inspiradísimo, lanzó la falta directa a la escuadra sin que Yoel pudiera hacer nada. Quizá la barrera pudo haber saltado más, con el riesgo de que el delantero pudiese mandar el balón a ras del césped. No fue así, superó la barrera y el Villarreal igualó la contienda a siete minutos de terminar el tiempo reglamentario de la primera mitad. Una primera mitad que se alargó hasta el minuto 52, pues el equipo local marcó el 2-1 en otra jugada de estrategia que tuvo que revisarse en el VAR para aclarar la posición correcta de Íñiguez.

Pudo haber sido peor el tramo final de la primera mitad, ya que Lozano marcó su segundo gol que fue anulado porque un compañero dificultaba la visión de Yoel. No subió el 3-1 y, aunque al principio Garitano decidió jugar con tres centrales tuvo que corregirse a sí mismo para irse a por todas -terminó el partido con cuatro delanteros, Stoichcov, Bautista, Rahmani y Leschuk- y buscar un empate que llegó en un córner 15 minutos después de la expulsión de Lozano.