GARA
BUENOS AIRES

Cristina Fernández tardó horas en darse cuenta de que fue atacada por un pistolero, que se niega a declarar

Marcha en solidaridad con CFK.
Marcha en solidaridad con CFK. (Emiliano LASALVIA | AFP)

La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró a la jueza federal María Eugenia Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo, encargados del caso, que que no se percató del intento de atentado contra ella en el momento en que se produjo, sino que supo lo que había ocurrido cuando entró ya en su vivienda de Buenos Aires.

Según fuentes judiciales citadas por el diario “La Nación”, les vino a reconocer, cuando le tomaron declaración en su casa, que no fue consciente de que un hombre la había encañonado con un arma apenas unas horas antes.

El detenido por atentar contra la vicepresidenta es un hombre de nacionalidad brasileña de 35 años que no cuenta con antecedentes penales en su país de origen, en tanto el arma incautada al sospechoso es una Bersa calibre 32 automática, que, en su base, posee numeración parcial 250, apta para el disparo, según el Ministerio de Seguridad.

El acusado se negó a declarar y solo asumió que la pistola es suya. Los investigadores analizan el resultado del registro de su vivienda, su teléfono móvil y las imágenes de las cámaras en la zona del ataque para valorar si se trató de un acto aislado, a lo que apuntan los primeros indicios, o si tuvo cómplices y se trató de un ataque organizado o de una conspiración.

Decenas de miles de manifestantes se movilizaron en la tarde del viernes (noche en Euskal Herria) en Buenos Aires y en otras ciudades de Argentina para expresar su condena al intento de magnicidio.

Pese a la gran movilización de repudio y la unanimidad en las condenas, esa polarización de la sociedad argentina se ha vuelto a hacer visible en la naturaleza de las dispares reacciones al atentado.