Un rival de altura pone a prueba la reacción azulgrana

Tras el disgusto de Butarque, donde encajó su primera derrota de la temporada, el Eibar afronta un examen de altura. Recibe al Granada, que igualmente llega dolido tras verse sorprendido en Andorra pero que recuperará el liderato si gana, después de que el Albacete cayera el sábado.

Es pronto, los relevos en cabeza se suceden, las diferencias son exiguas -apenas dos puntos entre nazaríes y armeros- y el margen de reacción amplísimo pero hace apenas cuatro meses el propio Eibar comprobó cuántos puntos hacen falta para ascender. Todos cuentan y contra algunos rivales más. Ninguno tan directo como el Granada si el objetivo es ocupar una de las dos primeras posiciones cuando acabe la temporada, así que la importancia del choque es evidente. Para ambos equipos.

El Eibar lo afronta con la baja de Correa, expulsado ante el Leganés, y el previsible regreso de Venancio, al menos a la convocatoria, en la que también podría debutar Vadillo. La entrada de Tejero por Correa podría ser la única novedad en el once azulgrana. Aitor Karanka viaja sin los lesionados Melendo y Soro y las dudas de Ignasi Miquel y Perea. Problemas en ataque, que podrían traducirse incluso en un cambio de sistema.

Karanka subraya que sus hombres deberán «contrarrestar la intensidad del Eibar», un equipo «que domina muchas fases del juego, que puede jugar con balón directo, cambios de orientación o más trenzado, y que roba mucho en campo contrario». Garitano ve dos rivales que, «con nuestros matices, hacemos bastantes cosas parecidas. Los dos jugamos en campo contrario, tenemos las defensas muy altas, apretamos los dos muy arriba, vamos a ver quién se impone».

El técnico armero, además, destaca el dominio de las áreas de un Granada que sólo ha encajado un gol en cuatro partidos y que «prácticamente no concede nada».