20 SET. 2022 AZKEN PUNTUA Arte, antisemitismo y «Judensau» Belén MARTÍNEZ Analista social La edición de este año de Documenta 15 de Kassel, organizada por el colectivo indonesio Ruangrupa, ha estado salpicada por otra polémica sobre antisemitismo. El mural “People´s Justice” (2002), de Taring Padi, fue censurado por representar a un militar israelí con cara de cerdo desfilando con un casco con la inscripción «Mossad» y foulard con estrella de David. Otra representación corresponde a un hombre dibujado con tirabuzones, dientes de tiburón y un cigarro en la boca, de traje y corbata y con una runa SS en el sombrero. También fueron tildados de antisemitas los trabajos de archivos de las luchas de las mujeres en Argelia, que incluyen un folleto del artista sirio Burhan Karkoutly titulado “Presencia de las mujeres”. Cuando esto sucedía, el Tribunal Supremo alemán rechazaba la demanda de retirar de la iglesia de St. Mary de Wittenberg (cuna madre de la reforma protestante) una «Judensau», el relieve de una cerda que amamanta a tres niños judíos, mientras un rabino inspecciona su trasero en busca de presagios. Mediante una placa explicativa un «monumento a la ignominia» se convierte en un «memorial de advertencia», señala el tribunal. ¿Oprobio? Si no se hubiera proscrito el diálogo, en lugar de ladridos de la censura de hálito inmundo y uñas negras, que Victor Hugo maldecía, tal vez...