La Real cumple su primer objetivo aunque se complica el segundo

Las donostiarras tutean al Bayern de Munich, que se lleva la victoria gracias a un gol de Schuller a un minuto del descanso.

Nerea Eizagirre envió dos balones al larguero en la segunda parte, en la que la Real mereció el empate.

El Bayern impidió que fuera perfecto, con veinte minutos de clara superioridad que culminó con el gol de la victoria y, con el factor campo de su lado la semana que viene, encarrila claramente el pase a la fase de grupos. Pero el debut de la Real Sociedad en la UEFA Women’s Champions League estuvo a la altura de las mejores expectativas. Lejos de achicarse por su inexperiencia y la entidad de un rival que saltaba al verde con ocho jugadoras que disputaron la pasada Eurocopa -de las tres restantes, una era japonesa y otra brasileña-, incluyendo cinco finalistas y una campeona del torneo, el equipo txuriurdin ofreció esa «mejor versión» a la que aspiraba. Y eso no le permite resolver por completo -un solo partido da para lo que da- la incógnita con la que se asomaba a esta eliminatoria pero ya esboza una primera respuesta: sí, fue de competir con un Bayern que se lleva una victoria mínima y que en la segunda parte vio peligrar su ventaja ante el empuje local. Así que el primer objetivo se cumplió aunque el segundo se complique.

Ante más de 11.000 aficionados, la Real saltó al campo con solo tres cambios respecto al once que se imponía apenas tres días atrás al Villarreal. No fue la única en tomarse en serio la importancia de los primeros minutos, que tanto se destacaba la víspera. El Bayern también afrontó el arranque del choque con el objetivo principal de no cometer errores y eso provocó que el partido estuviese muy cerrado en sus primeros 25 minutos. Con el físico todavía intacto, a los dos equipos les costaba hacer daño porque ambos estaban muy atentos, aunque el Bayern, si bien en tan pocas ocasiones como su anfitrión, llegaba con más gente al área.

Mediada la primera parte, los dos rivales se sacudieron la tensión y el partido ganó en juego y emoción. Esa nueva fase se inclinó del lado de las alemanas, que hacían daño con los balones a la espalda de la defensa local. A la media hora, Grohs enviaba el balón desde su área para la carrera de Dallmann, que cruzaba ante Lete para rematar a la base del poste. Trataba de responder la Real pero metían más miedo las alemanas, a las que se les veía cada vez más cerca del gol. Llegó a un minuto del descanso, con un pase perfecto de Buhl desde la izquierda que Schuller, que había perdonado un minuto antes, cruzó para convertirlo en el 0-1.

La Real regresó de vestuarios con Andreia ocupando el sitio de una Iris que se había visto sobrepasada. La portuguesa estuvo más suelta aunque también tuvo que ver con el pasito atrás que dio el Bayern, que probó en busca de la sentencia con un par de salidas pero viendo que la cosa no estaba fácil, prefirió resguardar su ventaja.

Lo agradecieron las donostiarras, que fueron ganando metros para acercarse cada vez con más peligro a la portería de Grohs, sobre todo tras la entrada de Amaiur, que le dio profundidad. Las ocasiones fueron ganando en asiduidad y claridad. La mejor la protagonizaba Eizagirre con un chut desde la frontal que Grohs rozaba lo justo para desviar al larguero.

Boqueó el Bayern en la recta final ante un equipo que lo intentó hasta el último suspiro. No llegó el gol pero la mínima desventaja y lo visto sobre el césped le permite, como mínimo, seguir soñando.