Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Antonio Malonda

El pasado lunes, en la RESAD de Madrid se realizó un homenaje a Yolanda Monreal y Antonio Malonda, una pareja que dedicó toda su vida a la creación escénica y la docencia. En apenas un año y murieron ambos. Su larga historia está vinculada a la incorporación de nuevas metodologías para afrontar la interpretación en el Estado español. En las intervenciones de su homenaje se recordó su vinculación con Alfonso Sastre, del que Malonda dirigió varias obras. Se señaló que en el famoso Festival 0 de Donostia, Bululú, el grupo de Malonda estrenó una versión de Alfonso de “La vida es sueño”.

Esta pareja tuvo que ver con la creación de diversas escuelas diseminadas por Euskadi. En Durango, con Geroa, fue la más longeva y con mayor profundidad. Fue precisamente con este grupo donde dirigió una obra de Ignacio Amestoy Egiguren, “Doña Elvira, imagínate Euskadi”, la primera que produjo Jesús Cimarro, que tuvo un larga vida por los escenarios. Otra obra de Ignacio Amestoy, “Betizu, toro rojo”, con Patxi Bisquert en montaje de Teatro Gasteiz, la dirigió Antonio Malonda. La única obra de Gabriel Celaya, “El relevo”, tuvo la puesta en escena de Malonda en una producción de Bederen-1 estrenada en 1988.

Estos son datos deberían luchar contra el olvido tan estruendoso que se aplica de manera constante a personas que aportaron mucho y buen valor añadido a la escena vasca.