El Gobierno francés presentará a principios de octubre su plan de sobriedad energética para afrontar un invierno que conjuga con restricciones. Sin embargo, la asociación Négawatt, que trabaja desde hace veinte años junto a empresas, expertos y organizaciones no gubernamentales en favor de la transición ecológica, puso ayer de forma anticipada sobre la mesa una batería de 50 medidas con impacto tasado.

El informe, que se puede consultar en la web de la asociación, estima que las medidas para atajar «el derroche energético» pueden permitir alcanzar ese ahorro global del 10% al que dice aspirar el Gobierno, lo que le lleva a proponer gestos de ahorro a los dos sectores de mayor consumo, como son los de la vivienda y servicios, y también al de transporte, un segmento este último en el que cada medida permite una suma mayor de ahorro en menos tiempo.

Calefacción a 19 grados.

En vivienda, explica Négawat, todo plan de ahorro pasa por incidir en tres consumos: calefacción, agua caliente y aparatos electrodomésticos. En el primero preconiza programar la calefacción a un máximo de 19 grados durante el día y reducir esa temperatura en dos grados durante la noche o en estancias vacías. Bastaría con que entre el 30 y el 40% de los hogares adoptaran esas premisas de consumo para que se lograra esa bajada del 10% en los próximos dos años, estima la asociación, que considera que no se trata de «pedir a todos el mismo nivel de compromiso» y aclara que esas propuestas de bajada del termostado no se aplicarían en «hogares con personas que por edad o salud necesiten vivir con más calor o en el caso del teletrabajo».

Reforzar hábitos como utilizar prendas más abrigadas en casa permitiría aportar un plus de ahorro en consumo de entre el 4 y el 6%. Respecto al agua caliente, se propone colocar mecanismos de ahorro de consumo en la grifería y reducir la potencia al ducharse.

En lo que afecta a los electrodomésticos, el informe plantea aplicar medidas de sobriedad principalmente a la hora de poner la lavadora o de usar el lavavajillas.

Más frescos, menos carne.

La cocina es fuente de consumo, y por lo tanto de eventual ahorro. Siempre que se adopten menús que incluyan menos congelados, más frescos y menos carne. Sin olvidarse de apagar el horno antes de agotarse el tiempo de asado o de tapar la cacerola o la sartén.

Bastaría con que entre un 10 y un 15% de los hogares adoptaran algunas de estas prácticas para alcanzar ese 10% de ahorro. Un 15% suplementario procedería del apagado nocturno de electrodomésticos. Los multienchufes y los programadores pueden ser para ello buenos aliados.

Siguiendo con la calculadora de Négawatt, en lo que afecta a edificios comunitarios o públicos su informe suma restricciones en climatización e iluminación interior y exterior. Y preconiza el apagón de los paneles publicitarios.

Finalmente, en movilidad, recomienda rebajar el límite de velocidad de los vehículos a 110 km/hora en autopista y a 30 km/hora en ciudad. Y diseñar líneas para compartir el vehículo particular. Como resumen, y mirando al Gobierno, Négawatt deja sentado que «son necesarias políticas estructurales en materia de renovacion energética e inversiones en infraestructuras de transporte colectivo y en favor de movilidades alternativas».