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BALONCESTO

El Baskonia se estrena en la ACB con fiestón y final feliz

A pesar de encajar un peligroso parcial de 22-35 en el primer cuarto, los de Joan Peñarroya han reaccionado de la mano de Markus Howard, y terminando con seis jugadores con 11 puntos o más.


Al cierre de esta edición, Surne Bilbao Basket jugaba su partido de estreno en la Liga ACB 2022/23 en Badalona -hallarán cumplida información en Naiz.eus-, pero sí que había concluido el tremendo «fiestón» de música, danza y variedad de espectáculos que acabó con el duelo de basket entre Saski Baskonia, en el estreno de Joan Peñarroya como local, y el Unicaja de Ibon Navarro y Darío Brizuela. Fiesta con guinda y «final feliz».

Mucho les queda a los de Joan Peñarroya, pero si la temporada es como lo que se vio anoche, el público se va a divertir. O a volverse loco, porque pasar de caer 22-35 en el primer cuarto para replicar con un 37-12 en el segundo es como para perder los nervios y no volverlos a encontrar.

«FESTIVAL» HOWARD

Pintaban peor que bastos en los diez primeros minutos, con Djedovic haciendo un verdadero siete a un Saski Baskonia que se presentó con Thompson, Marinkovic, Giedraitis, Hommes y Enoch y que encajó cinco canastas en las seis primeras acometidas malagueñas.

Por momentos parecía que los de Ibon Navarro no podían fallar ni aunque quisieran, al punto que con el 22-35 del final del asalto, solo se quedó sin «mojar» un anotador compulsivo como Darío Brizuela.

Pero con la entrada de Markus Howard y Kurucs se vio una mejoría clara del Baskonia, una mejoría que se dio con un «festival Howard» en toda regla, cuando el «combo guard» baskonista anotó los 13 primeros puntos de los de Peñarroya en este inicio de segundo cuarto, empatando el duelo a 35, ante el atasco monumental de los andaluces.

Se fue Howard al banquillo con el Buesa Arena en pie, pero el encuentro se mantuvo en efervescencia con todo un Sedekerskis erigido en el anotador de esta segunda oleada.

Al descanso el resultado era de 59-47, luego de un parcial de 37-12, con los gasteiztarras en estado de gracia, tanto Thompson como Marinkovic entre otros en su segunda entrada. Pero hablemos de la defensa, con jugadores como Costello erigidos en stoppers de un Unicaja atenazado, en el que jugadores como Will Thomas se sintieron viejos de pronto, y en el que Augusto Lima maldijo su mala mano en los tiros libres. Mientras, el Baskonia corría, volaba, lanzaba y anotaba ante un Buesa Arena que se frotaba los ojos y desencajaba la mandíbula. Tras un 22-35 adverso, un 37-12 favorable camino de vestuarios: 59-47.

FIESTA PARA TODOS

Fue un partido de parciales extremos, y Saski Baskonia reventó el partido con un tercer cuarto de ensueño, sumando un 25-13 a pesar de que Markus Howard se tuvo que ir lastimado, luego de resbalarse con una publicidad del parqué. El estadounidense acabó haciendo bicicleta estática y relajado con la sudadera puesta.

Fue Darius Thompson, erigido en el cerebro y líder del Baskonia en el parqué, quien guió esta escapada final, al que se fueromn añadiendo Hommes, Costello y Giedraitis, para dar otro achuchón al marcador, superando la renta en favor de los de Peñarroya por encima de los 20 puntos. Al final, seis jugadores baskonistas sumaron 11 puntos o más, viéndose además un equipo comunicativo y expresivo, y hasta con cierto carisma, aunque cierto es que con el viento a favor estos detalles lucen mucho más.

A partir del 84-60 con el que se terminó el tercer asalto, el duelo quedó visto para sentencia. La renta gasteiztarra llegó a los 25 puntos, pero en los minutos finales, con todo decidido, la sesión cosmética del resultado final, con Darío Brizuela haciendo méritos en ese apartado, dejaba la diferencia en márgenes mucho más aceptables para Unicaja. Todo ello no empañó en nada el fiestón con final feliz del Buesa Arena en este estreno liguero. Veremos si en el Palau se mantiene esta tónica.