Amaia EREÑAGA
bilbo

Jesus Mari Lazkano, de los homenajes a recrear el glaciar «Mer de Glace»

Tras 37 años de docencia universitaria, el artista Jesus Mari Lazkano decidió retirarse hace un par de años. El grupo de investigación Laida de la UPV/EHU le ha dedicado ahora un estudio, tan fuera de lo puramente académico, como el propio Lazkano, quien, en plena actividad, anda metido en varios proyectos, entre ellos una película de animación sobre la desaparición de los glaciares; concretamente, «Mer de Glace», el famoso glaciar del Mont Blanc.

Lazkano, en el homenaje recibido ayer.
Lazkano, en el homenaje recibido ayer. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Entre homenajes, libros que se acaban de publicar o están a punto de hacerlo, preparativos de exposiciones y la película de animación en la que está metido, Jesus Mari Lazkano (Bergara, 1960) no para de trabajar. No es extraño en un creador como él, tan viajero hacia fuera como hacia adentro, nada extraño en un plasmador, o recreador, de paisajes y arquitecturas, de lienzos de aspecto realista en los que desdibuja la fina línea entre la realidad y la ficción.

Y no es nada raro en un artista... ¿profesor jubilado? «Llegó la pandemia y tuve un año raro, en el que no me sentía cómodo, porque mis clases son muy prácticas -explica-. Los máster, que son más teóricos y más fáciles de hacer por remoto, bien, pero los presenciales, los talleres, no eran lo mismo», explica. Tras 37 años de docencia en la universidad, decidió retirarse. «He tenido dos trayectorias, aunque ambas han estado muy unidas, en mi opinión. Y ser profesor ha sido muy importante por la relación con los jóvenes, que ha sido muy enriquecedora. He dado mucho, pero he recibido mucho también», añade.

Viajes interiores

“Bidaia-Viaje-Viagem-Travel-Voyage” (Servicio Editorial de la UPV/EHU) es el volumen con el que la universidad ha querido homenajearlo. Fue presentado ayer en el Museo de Bellas Artes de Bilbo, un trabajo realizado por el grupo de investigación en Literatura e Identidad Laida, del que Lazkano ha formado parte, y que apuesta por un discurso abierto y multidisciplinar. Por ejemplo, en el caso de Lazkano, el libro que se le ha dedicado habla de algo esencial en su obra, como es el concepto de viaje, pero no a través de un análisis académico sino creativo.

¿Pero qué es el viaje? «La idea de viaje está mitificada -dice Lazkano-. No hace falta viajar tanto, porque podemos viajar en casa, con el pensamiento, con los libros. No nos hace falta movernos físicamente de un lugar, porque viajar es una actitud mental, que nos da cierta relatividad y la posibilidad de abrir la mente y de renovarnos. Viajar es transformación. En ese estado mental es cuando uno se transforma: vamos a un sitio de una manera, pero volvemos de otra. Lo importante no es el viaje, lo importante es el cambio: cómo somos, qué hemos aprendido, qué rutas nuevas hemos incorporado a nuestra forma de estar en el mundo».

¿Y en qué viaje está embarcado ahora? «Hace poco que hemos vuelto de los Alpes, de Chamonix, donde hemos estado haciendo dibujos y fotografías para el proyecto en el que ando metido: un proyecto de dibujos animados», señala con una sonrisa. Se refiere a su primer proyecto de animación, dedicado a “Mer de Glace”, el mayor glaciar del macizo del Mont Blanc, el glaciar el más largo de los Alpes. Convertido en una metáfora del calentamiento global, está en claro retroceso y refleja con claridad lo que es ese fenómeno: ha perdido 115 metros de altura en 35 años.

Inicialmente, la idea era realizar este filme con el Monte Perdido. «Lo conozco muy bien pero la zona norte, donde está el glaciar, es bastante plana y no daba tanto juego estético. Por eso me decidí por ‘Mer de Glace’. A través del paisaje, con dibujos y fotografías antiguas, recogeremos cómo, a lo largo de millones de años, se ha ido transformando el paisaje. En febrero volveremos y esperamos que el proyecto lo terminemos en dos años, aunque puede que se alargue», comenta.

Los glaciares y el calentamiento global son cuestiones que interesan a Lazkano como persona y como creador: «La idea es implicar al mundo de la ciencia en el proyecto, unir a la ciencia al arte. Por un lado, ofreciendo datos científicos y, por otra, viendo cómo exponer esas ideas, porque quizás ahí el arte tenga un papel muy importante que realizar».