Mikel INSAUSTI
DONOSTIA
CRÍTICA: «FUEGO»

La obstinación amorosa a destiempo

La entrega del Premio Donostia a Juliette Binoche incluía la proyección de “Fuego” (2022), que no contiene, ni mucho menos, la mejor actuación en la carrera de la actriz. Pero hay que verlo como una simple coincidencia, aunque teniendo en cuenta que la Berlinale le entregó a Claire Denis por esa misma película el premio a la Mejor Dirección, tal vez el problema sea nuestro, y no hayamos sabido descubrir los valores ocultos de este drama romántico de relación triangular. Considero que el melodrama pasional ha de ser extremo en sí mismo, pero nunca tibio o quedarse a medias. Pienso en la aportación al género de Andrzej Zulawski con “Lo importante es amar” (1975), como ejemplo de sentimientos desbordados en la pantalla. Al hablar del deseo femenino, Denis lo hace de una forma tan atenuada, tan confusa, tan dubitativa y tan poco firme, que resulta difícil empatizar con el personaje de Juliette Binoche.

La tal Sara es una mujer de éxito, a la que se observa segura en su puesto privilegiado de locutora de Radio France, cuando debate sobre temas de actualidad. En cambio, a escala doméstica se vuelve indecisa, y se pierde en discusiones de pareja que no llevan a ninguna parte. Se supone que es su vida sentimental lo que la confunde, lo que la mantiene aturdida y sin saber la razón última de sus elecciones amorosas.

La cuestión es que se decantó por Jean, que no parece la persona adecuada para darle confianza en sí misma. Vincent Lindon encarna a este hombre que no ha superado el haber dejado de ser una estrella deportiva, el haber pasado por la cárcel, y el no tener la custodia del hijo fruto de otra relación.

“Fuego” (2022) hace que las emociones sufran una dispersión temporal, debido a que la protagonista amó al François encarnado por Grégoire Colin en el pasado. El presente son esas vacaciones paradisiacas de luna de miel que pasa con su actual pareja, llevada por esa obstinación amorosa a destiempo.