Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

Anestesia por prescripción

Es como el más puro terror que hayas imaginado, sientes cómo te roba la vida, te provoca una visión de un túnel que va estrechándose poco a poco, hasta que estás muerto». Estas son las palabras de una de las miles de personas que se están viendo arrastradas por el fentanilo en EEUU. Joven, sin haberse despojado del todo de su identidad, mira a cámara para hablar de los efectos de una de las drogas más letales que circulan por las calles (no únicamente).

Dicen que la sobredosis de fentanilo es la primera causa de muerte entre las personas adultas en Estados Unidos. Hace tiempo que algunas calles de las grandes ciudades, de los extrarradios, están pobladas de muertos vivientes que buscan un nuevo chute. Personas que necesitan escapar de una insostenible pobreza, vacíos emocionales y afectivos o dolores crónicos, son, mayoritariamente las que entran en el túnel del fentanilo. 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina esta droga sintética arrasa con todo. El consumo de fentanilo, las consecuencias devastadoras que está provocando, deja en evidencia las carencias de un mundo globalizado en el que la necesidad de anestesiarse ante la vida, no importa la razón por la que se haga, es la única salida que parecen encontrar millones de personas. La anestesia como única vía de supervivencia, la anestesia ante la imposibilidad de actuar y la desesperanza de seguir vivos, la anestesia por prescripción social.