El Eibar se sobrepone a los reveses para recompensar su gran actuación

Celebra su primer triunfo a domicilio remontando en Ibiza. El colegiado anuló dos goles de Stoichkov por sendos fueras de juego muy dudosos.

En solo cuatro días, el Eibar ha pasado de ver rota su racha más preciada a acabar con la que estaba lastrando su trayectoria. Ya no es imbatible en Ipurua pero sabe ganar a domicilio. Y bien. Anoche firmó uno de sus mejores partidos del curso, fue claramente superior al Ibiza y además presumió de carácter. Dos goles anulados por muy discutibles fueras de juego y el tanto del Ibiza en la primera ocasión local no pudieron con un Eibar que volteó el marcador para acabar la jornada a un punto del ascenso directo.

Lo hizo con personalidad y fútbol, que también se agradece porque, aunque había sumado la mitad de los puntos, lo único destacable había sido su capacidad de sufrimiento en La Romareda. Insuficiente para un aspirante al ascenso.

Lo de Can Mises fue otra cosa. El Ibiza entró mejor al partido pero en cinco minutos el Eibar se lo había apropiado. En seis probó a Fuzato y en 17 marcó con una bonita jugada culminada por Stoichkov. Pero al contrario del resto del mundo, no hubo dudas del árbitro ni de la sala VOR y el marcador siguió a cero. Siguieron intentándolo los armeros, metidos casi todos en campo contrario y moviendo bien el balón. Pero sin la puntería que tuvo su rival. A tres del descanso, Miki Villar aprovechaba el único despiste de los eibarreses para llevarse un balón peinado por Ekain, driblar a Yoel y anotar el 1-0, culminando una acción que arrancó con falta a Bautista en las narices del árbitro.

También se repuso a ese disgusto el Eibar, que siguió en sus trece tras el descanso. Y esta vez no le privaron del placer de celebrar el gol de Bautista que, listo, aprovechaba el error de Fuzato para empatar. Sólo siete minutos después llegaba el segundo, de nuevo con una bonita acción, de nuego con la firma de Stoichkov y de nuevo anulado por discutible fuera de juego.

Javi Baraja trató de cortar la reacción visitante con un triple cambio claramente ofensivo pero no lo logró. Tampoco Javi Muñoz, que se jugó la roja con una fea entrada. Y Stoichkov lo agradeció sacándose la espina con el gol de la victoria. De espuela, nada menos.

La posterior roja directa de Bogusz cerró definitivamente el choque.