Arnaitz GORRITI

La NBA arranca repleta de preguntas que hay que empezar a responder

Los vigentes campeones, los Golden State Warriors, no parten como favoritos para ganar el anillo. LeBron James quiere sumar su quinto entorchado en unos Lakers que llevan dos años a la deriva. Los Brooklyn Nets quieren recordar lo que es un equipo. Esto es la NBA y desde esta misma madrugada, esto empieza.

Stephen Curry, de nuevo el líder del equipo campeón, sea o no favorito a un anillo que parece más abierto que nunca esta temporada.
Stephen Curry, de nuevo el líder del equipo campeón, sea o no favorito a un anillo que parece más abierto que nunca esta temporada. (Philip FONG | AFP)

S i nos gusta el baloncesto, no podemos vivir sin la NBA. Sea por el espectáculo, sea por el nivel de los jugadores, sea por las noticias que saltan de las franquicias. La temporada 2022/23 arranca con muchas preguntas en el aire y ninguna respuesta todavía. ¿Serán capaces los Golden State Warriors de seguir con su dinastía ganadora? ¿Renacerán los Lakers después de un par de años de mustia languidez? ¿Serán los Clippers de Kawhi Leonard y Paul George algo más que un “contender”? ¿Volverán los Bucks de Giannis Antetokounmpo a reinar? ¿Los Celtics, después de amagar el año pasado, conquistarán su decimoctavo anillo? ¿Podrán los Nets de Brooklyn olvidar el fiasco del año pasado y volver a ser competitivos? ¿Miami Heat, New Orleans Pelicans, Phoenix Suns, Dallas Mavericks, Philadelphia 76ers... volverán a la carga en pos del anillo o solo servirán de “sparring” de los grandes? ¿Los Grizzlies retornarán a ser un “coco” de play-offs?

Estas preguntas y tantas más, seguramente más pertinentes, se tendrán que ir respondiendo poco a poco, aunque lo cierto es que en la NBA no hay demasiadas cosas que se resuelvan si no es a grandes tragos. La propia competición transcurre en unos meses de lo más cargados, con un show que empieza y no para.

Hay que recordar que los Golden State Warriors, después de su calamitosa -por las lesiones- final de 2019 y dos años «de transición» entre lesiones y cambios de jugadores volvían a enfundarse el anillo de campeón, esta vez sin Kevin Durant en su equipo y casi contra pronóstico. Su ADN de campeones trajo de vuelta, cuatro años después, a Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Steve Kerr al trono de la NBA. Reavivada, ¿puede continuar la dinastía de los Warriors?

Incluso siendo los campeones en ejercicio, hay quien se tira a la piscina desde una altura equivalente al Santo del Ángel. Así, según la cadena especializada ESPN, en sus pronósticos basados en diferentes coeficientes estadísticos, Golden State Warriors peleará por llegar a los play-offs. Definitivamente, la película “Moneyball” -o el libro “Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game”- basada en la historia real de Billy Beane, gerente general del equipo Oakland Athletics, quien utilizaba las estadísticas avanzadas para fichar jugadores, está haciendo demasiado daño a los analistas.

Así las cosas, a Steve Kerr y sus hombres realmente no les importan estas valoraciones y, en cierto modo, estar tan subestimados les sienta bien. Sin embargo, los “Dubs” inevitablemente serán esperados en el turno, por una horda de rivales ambiciosos y armados, llamados Clippers, Suns, Lakers, Grizzlies o Mavericks, solo para la Conferencia Oeste, que un año más se volverá a confirmar como una trituradora de candidatos: el famoso “Wild Wild West”. El único borrón de esta pretemporada en el seno de la Bahía de San Francisco ha sido la pelea en un entrenamiento entre un Draymond Green que parece erigido en el Denis Rodman del siglo XXI -aunque mucho menos histriónico- y Jordan Poole, al punto que Green tuvo que salir a disculparse.

LeBron James no se retirará hasta, al menos, jugar una temporada junto con su hijo Bronnie, y aún le resta un poquito, por lo que, en el ínterin, buscará otro anillo para los Lakers, a pesar de que la experiencia del año pasado mostrara que juntar a los amigos de LeBron y esperar a que «brotase la magia» no iba a ser una buena solución. Menos aún cuando Anthony Davis ofrece poca seguridad en sus grandes prestaciones por culpa de sus problemas físicos. Recuperadas sus estrellas Kawhi Leonard y Paul George, y la esperanza puesta en John Wall, sus vecinos Clippers prometen dar mucha guerra.

Los NETS y el este

Pelicans, Mavs o Suns amplían las quinielas, pero no solo del Oeste vive la NBA y los Brooklyn Nets volverán a la carga. El año pasado fueron un equipo de mucha prensa y no siempre buena, en cierto sentido porque Kyrie Irving, en aras de su libertad individual y un credo que solo a él le valía, se negó en redondo a vacunarse contra el covid-19, o mejor dicho, a decirlo abiertamente.

Los Celtics fueron los “representates” del Este en las Finales, pero su entrenador, Ime Udoka, ya no sigue entre los “Orgullosos Verdes” después de que tuviera un lío con una empleada de la franquicia, algo que iría en contra de la reglamentación interna, un lío de faldas convertido en acoso, así que poca broma. Por ahora, los Celtics han apartado a su entrenador por espacio de un año.