La Real igualó ayer su mejor marca de ocho victorias consecutivas en partidos oficiales lograda en Segunda en 1967 por el equipo del penúltimo ascenso al ganar al Mallorca con un gol de Mikel Merino en el comienzo de un partido en el que fue muy superior en los primeros 55 minutos, para sufrir después ante un equipo balear que tuvo opciones para lograr al menos el empate.

De hecho, lo marcó en un remate de Amath en el minuto 58, pero Iglesias Villanueva desde el VAR instó a Ortiz Arias a anular el gol por una falta muy rigurosa sobre Aritz Elustondo. El Mallorca adelantó líneas en la última media hora del encuentro y tuvo opciones suficientes, pero no acertó y Remiro volvió a tener esa buena parada que todos los partidos salva a la Real.

Tras el duro golpe de ver cómo el partido se retrasaba al ser atendido un aficionado sin poder evitar su fallecimiento, la Real entró muy bien en el encuentro con un gol de Merino sin oposición en un corner lanzado por Brais y tuvo opciones para marcar el 2-0 tanto en el primer tiempo como en el inicio del segundo.

SUFRIMIENTO FINAL

El partido que estaba controlado hasta el minuto 55, el Mallorca solo tuvo hasta entonces un remate de Ángel al larguero, se complicó a partir del gol anulado a Amath y de la diferente respuesta de los dos equipos tras los cambios. Javier Aguirre hizo siete de inicio y dejó en el banquillo a muchos titulares y se notó la entrada de algunos de ellos, mientras que la Real, que dio continuidad a los jugadores más utilizados en las cinco posiciones más adelantadas, sufrió cuando fueron sustituidos.

Por eso la Real acabó mal en la última media hora del partido. El Mallorca adelantó líneas y tuvo opciones suficientes para dar la vuelta al marcador en remates de Ángel, Amath y Ruiz de Galarreta, que obligó a Remiro a realizar una buena intervención a un disparo lejano que permitió seguir con la racha triunfal.