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Lula corteja a evangélicos mientras las encuestas reducen su ventaja

Lula da Silva, favorito para las elecciones del 30 de octubre, lanzó el miércoles la Carta a los Evangélicos, un manifiesto con el que intenta aplacar la aversión de ese poderoso electorado, favorable a Jair Bolsonaro, su rival en las urnas y que se acerca en las encuestas.

Lula da Silva habla durante un encuentro en una iglesia evangélica en Sao Paulo. (Nelson ALMEIDA | AFP)

El exmandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, quien aspira a su tercer mandato y sigue como favorito para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de octubre, se ha comprometido con los evangélicos a mantener la libertad de culto y religión, a reforzar el papel de la familia y a no interferir políticamente en el uso de la fe, en un intento de atraer su voto, mayoritariamente favorable al presidente y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro.

«Les puedo asegurar que mi Gobierno no adoptará decisiones que hieran la libertad de culto o cree obstáculos al libre funcionamiento de los templos», aseguró Lula en su Carta a los Evangélicos. Salió así al paso de las falsas acusaciones del bolsonarismo sobre el cierre de iglesias si vence.

Sin citar directamente a Bolsonaro, denunció «el uso político de la fe» con «fines electorales» y recalcó que su Ejecutivo «jamás usará símbolos de su fe con fines político-partidarios». «Si el pastor quiere hacer política, que vaya a la calle, pero no a la iglesia», aseguró ante un centenar de evangélicos en Sao Paulo.

Declarado católico, dejó claro su «respeto y admiración» por la fe de los evangélicos e insistió en la importancia de la familia, una de las banderas del líder de la ultraderecha. «La familia para mí es algo sagrado», subrayó Lula, acompañado por algunos correligionarios evangélicos, como la diputada y exministra Marina Silva.

En su misiva, Lula dio un paso más para conquistar el apoyo de los evangélicos, una importante base electoral de Bolsonaro, y aseguró que es contrario al aborto, pero recordó que su legislación le compete al Congreso. Señaló que su compromiso «siempre fue y será» la protección de «la vida plena -que consideró «sagrada»- en todas sus fases».

Sin embargo, al inicio de la campaña defendió el aborto, permitido en Brasil en algunos casos amparados por la ley, como violación o riesgo para la vida de la madre. «Debería ser una cuestión de salud pública, para que todo el mundo tenga derecho», subrayó.

Empate técnico

De cara al 30 de octubre, Lula sigue favorito en las encuestas de intención de voto, pero Bolsonaro recorta distancias a diez días de las elecciones. La ventaja se ha reducido de 5 a 4 puntos porcentuales, según el último sondeo de Datafolha, que sitúa al exdirigente sindical con el 49% de los votos y al líder de la ultraderecha, con el 45%. Un 4% de electores votaría en blanco o nulo y solo el 1% está indeciso.

La diferencia ahora es la menor de entre todos los sondeos realizados en la campaña y, por el margen de error, supone un empate técnico.

En la primera vuelta, el 2 de octubre, Lula obtuvo el 48,4% y Bolsonaro, el 43,2%. Entonces las encuestas pronosticaban una diferencia de al menos diez puntos.