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El cólera reaparece como una amenaza al alza en los países en vías de desarrollo

Se trata de una enfermedad que puede ser fatal en pocas horas y que ha brotado recientemente en Haití. Supone una amenaza especialmente por los conflictos armados y el cambio climático.

Una joven mujer haitiana se lava con un cubo de agua de ayuda humanitaria.
Una joven mujer haitiana se lava con un cubo de agua de ayuda humanitaria. (UNICEF-FILS GUILLAU | EUROPA PRESS)

El cólera, la enfermedad infecciosa que mató a más de 10.000 personas en Haití entre 2010 y 2019 tras ser introducida por los cascos azules de la ONU, ha regresado con al menos 33 muertes registradas por las autoridades sanitarias del país, a fecha de 19 de octubre.

El cólera es una infección diarreica aguda causada por la absorción de alimentos o agua contaminados por una bacteria, el bacilo ‘vibrio cholerae’. Tres cuartas partes de las personas infectadas no muestran síntomas, pero cuando ocurre la enfermedad puede ser terrible en un 10% a 20% de los casos, con diarrea y vómitos intensos que provocan una deshidratación acelerada.

Si no se trata, el cólera es una de las enfermedades infecciosas mortales más rápidas, la muerte puede ocurrir en uno a tres días. En este caso, solo un tratamiento rápido por perfusión, con la administración de sales de rehidratación y antibióticos, puede prevenir la muerte.

Desde el delta del Ganges

Antes del siglo XIX, el cólera solo se conocía en la región del delta del Ganges en India. A partir de 1817, la enfermedad se extendió durante una primera pandemia por Asia, Oriente Medio y África Oriental.

Posteriormente, varias olas pandémicas en todos los puntos del continente asiático, favorecidas por los movimientos de población y la multiplicación del transporte, afectaron a Asia Central, Europa, el continente americano y África.

Haití, Siria, República del Congo o Yemen, la lista de brotes recientes de cólera en todo el mundo muestra cómo esta enfermedad es un marcador de pobreza, inestabilidad y conflicto armado.

«Existe un vínculo estrecho entre la transmisión del cólera y el acceso inadecuado al agua potable y las instalaciones de saneamiento», señala en un informe la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Campos de refugiados y barrios marginales

Los lugares con riesgo de epidemias suelen ser los barrios marginales y los campos de refugiados, según esta institución, que resalta que las crisis humanitarias, con el desplazamiento de poblaciones en campos mal equipados y superpoblados, aumentan considerablemente el riesgo de brotes epidémicos de cólera.

El cambio climático, al aumentar la intensidad y frecuencia de inundaciones, ciclones y sequías, interrumpe el acceso al agua potable y «crea un entorno ideal para el desarrollo del cólera», según la OMS. En este 2022 se ha producido un «aumento preocupante» de los brotes, después de años de declive.

La OMS no publica cifras de fallecimientos por falta de estadísticas fiables en los países afectados. Un estudio estadounidense de 2015 estimó entre 21.000 y 143.000 el número anual de muertes por cólera.

Se han desarrollado varias vacunas orales y la OMS las recomienda «en áreas donde el cólera es endémico, durante crisis humanitarias asociadas con un alto riesgo de cólera y durante brotes epidémicos».

Pero la multiplicación de estos brotes ha limitado sus existencias, lo que lleva a una situación de escasez. Por ello, la OMS anunció el 19 de octubre que administraría solo una dosis en lugar de las dos recomendadas, para poder tratar a más personas.