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NAQOURA

Israel celebra el acuerdo con Líbano como «el reconocimiento de un país enemigo»

Israel celebró la firma del acuerdo con Líbano, que delimita las fronteras marítimas y reparte la explotación de dos yacimientos de gas, como el reconocimiento del Estado israelí por parte de «un país enemigo», lo que el presidente libanés y Hizbulah rechazaron.

El director general del Ministerio de Energía israelí, Lior Schillat, tras la firma del acuerdo.
El director general del Ministerio de Energía israelí, Lior Schillat, tras la firma del acuerdo. (Jack GUEZ | AFP)

Líbano e Israel oficializaron ayer el histórico acuerdo para demarcar sus fronteras marítimas durante una ceremonia en la localidad libanesa fronteriza de Naqoura, en presencia del mediador estadounidense en las negociaciones, Amos Hochstein.

Tras la aprobación por parte del Gobierno de Israel, su primer ministro, Yair Lapid, destacó lo que representa en cuanto a concesiones de «un país enemigo». «No todos los días un país enemigo reconoce al Estado de Israel, por escrito, ante toda la comunidad internacional», afirmó Lapid al inicio de una reunión especial de su Ejecutivo destinada a ratificar el pacto.

«No todos los días Estados Unidos y Francia nos respaldan y proporcionan garantías económicas y de seguridad para este acuerdo», añadió, confiado en que Israel sale ganando y se hace más fuerte en su frontera norte.

En cambio, el presidente libanés, Michel Aoun, respondió que el acuerdo no tiene «dimensión política».

Por su parte, el líder de Hizbulah, movimiento clave en la política libanesa, Hassan Nasrallah, calificó como «una gran victoria para Líbano» el acuerdo alcanzado e insistió en que no se trata de «un tratado internacional ni un reconocimiento de Israel».

Líbano e Israel están técnicamente en guerra, por lo que el acuerdo, fruto de dos años de negociaciones, tiene una especial importancia simbólica. Afecta a una zona de unos 860 kilómetros cuadrados reclamada por ambas partes y en la que se han descubierto yacimientos de gas natural.

El acuerdo reconoce la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Beirut disfrutar del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de gas de Qana, mientras que las autoridades israelíes mantienen el control sobre el de Karish, cuya explotación ya han comenzado y habían preparado al margen de que se lograra o no un acuerdo.

Aoun envió una delegación encargada de llevar una copia del acuerdo firmada por él y entregarla en Naqoura al mediador estadounidense y a la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Joanna Wronecka. El grupo transportó también una carta rubricada por el ministro libanés de Exteriores, Abdallah Bou Habib, en la que se establecen las coordenadas oficiales de la nueva divisoria marítima.

Según medios israelíes, las dos delegaciones estuvieron en la misma sala durante la ceremonia oficial en la sede de la misión de Naciones Unidas Finul, que tuvo lugar a puerta cerrada. La delegación israelí confirmó también la formalización del pacto por su parte en Rosh Hanikra, justo en la frontera con Líbano,

Allí, el director general del Ministerio de Energía israelí, Lior Schillat, indicó que el acuerdo traerá «paz, estabilidad y prosperidad» a la región y agradeció al mediador Hochstein y a la Administración estadounidense de Joe Biden su labor para alcanzar una «solución permanente» a la disputa marítima.

Hizbulah concluye medidas

A la vez, Hizbulah anunció el fin de sus medidas militares excepcionales. «Con la conclusión del acuerdo (...) la misión de la Resistencia ha terminado», anunció en un discurso Nasrallah, que había amenazado a Israel si empezaba a extraer gas del campo de Karish antes de alcanzar un acuerdo.

«Todas las medidas y disposiciones y las movilizaciones excepcionales y puntuales de la Resistencia en los últimos meses han terminado», agregó. A principios de julio, el Ejército israelí interceptó drones desarmados enviados por HIzbulah a Karish.

Un pacto alcanzado bajo la sombra de dos crisis políticas

Benjamin Netanyahu aspira a reconquistar el puesto de primer ministro en las elecciones del próximo martes tras ser derrocado el año pasado por una coalición de partidos y, para ello, aprovecha también el pacto fronterizo con Líbano, que califica como una rendición ante Hizbulah. Su posible victoria amenaza el acuerdo, ya que afirma que si logra formar Gobierno no se verá comprometido a respetar ningún pacto firmado por Yair Lapid. A pesar de los escándalos de corrupción y del rechazo que suscita en otras fuezas, las encuestas lo confirman como el candidato con más intención de voto.

Mientras, en Líbano la crisis va más allá del ámbito político y ha sumido al país en un caos social y económico. El pasado lunes, el Parlamento volvió a fracasar en su cuarto intento de elegir presidente. El mandato de Michel Aoun expira el lunes mientras el Ejecutivo sigue teniendo carácter interino, ya que los distintos partidos no han logrado acordar un gabinete, lo que puede precipitar un agravamiento de la crisis.GARA